Luego de aclarar mi panorama mental, empecé a dar forma al viaje. Para no excederme en mis posibilidades económicas, de “retiro” de mi vida familiar y de mis actividades habituales, me concentré en encuadrar el viaje entre el Lunes 23 de Junio y el Martes 15 de Julio, entre los últimos días de Clasificación de los Grupos y un par de días después de la Final en el Maracaná.

Voy a viajar en ómnibus de ida y de vuelta, no sólo para hacer un viaje “económico” de acuerdo a mi nueva situación laboral, que aún no está asentada, sino también para aprovechar otras circunstancias y darle un carácter propio.

Armé un Cronograma que me permite estar con la familia cuando ellos estén disponibles, y que me brinda la posibilidad de estar presente en los alrededores de los estadios cuando se jueguen cinco o seis partidos de suma importancia para los apasionados futboleros como yo. Voy a estar en el “lugar de los hechos” en dos partidos clasificatorios de zona, un Octavos, posiblemente un Cuartos, y seguro en una Semifinal y en la Final.

Voy a estar en San Pablo el Lunes 23, el día en que jueguen ahí Holanda vs Chile.

Voy a estar en Salvador el Miércoles 25, el día en que jueguen ahí Bosnia vs Irán. Voy a ser uno de los muy pocos argentinos que estén ahí ese día, porque todos estarán pendientes del partido Argentina vs Nigeria que se jugará el mismo día a la misma hora.

Voy a estar en San Pablo el 1 de Julio, el día en que muy probablemente juegue ahí Argentina su partido de Octavos, si clasificara 1era. en su zona, como parece que fuera a suceder.

Podría llegar a viajar a Brasilia para el partido de 4tos. de Argentina, si jugara y ganara el partido de Octavos en San Pablo.
Volvería para San Pablo para la potencial Semifinal de Argentina.

Estaré en Rio desde el Jueves 10 hasta la Final y casi un par de días más. Si llegara a consagrarse Campeón Argentina o Brasil, podría estar presente para los festejos posteriores a los del Domingo de la Final.

Para disfrutar a pleno una estadía tan larga en Brasil, intentaré aprovechar el viaje para llevar adelante varios proyectos personales. Una de mis principales ideas es que voy a escribir un blog desde Brasil a lo largo de todo el torneo, en una página web que espero empezar a pasarles a partir del Jueves 26 de Junio.

Ese día empezaré a estar establecido en la Isla de Itaparica, situada enfrente a Salvador y separada de la bellísima y atractiva ciudad colonial que fuera la primera capital brasileña, por la enorme Bahía de todos los Santos.

Se tarda aproximadamente una hora para cruzar de punta a punta la bahía, ya sea en un ferry que lo hace una vez por hora, o en pequeñas barcas que cruzan la bahía cada media hora.

En mi estadía en Salvador, me repartiré entre Itaparica y Jauá, en las afueras de Salvador, donde viven mis hermanos Santiago con su mujer brasileña Eloísa, y Dolores que vive en una casa muy cercana a la de “Santi”. Son los dos hijos de Marina, la mujer desde hace medio siglo de mi papá Julio Rafael, “Pucho”.

En la segunda escala que será San Pablo, me alojaré por aproximadamente diez días en la casa de mi primo Eduardo, que vive ahí con su muejr brasileña Denise y con mis sobrinos Carol y Gustavo, en el barrio de Morumbí. El departamento está situado cerca del famoso estadio del mismo nombre, que es el hogar del muy prestigioso Club San Pablo, gran animador de los torneos brasileños y asiduo participante de los grandes torneos continentales.

En el último tramo del viaje me trasladaré a Rio de Janeiro para estar presente en la Cidade Maravilhosa los días previos, el día de la Final y sus días posteriores, para captar la excitación de ese gran momento. Viveré más precisamente en Niteroi, del otro lado de la Bahía de Guanabara, unida a Rio por el fabuloso puente de 14 kms. de largo que la atraviesa. Sin auto es necesario cruzar la bahía en grandes barcas que la atraviesan en no menos de unos cuarenta minutos.

En mi estadía en Rio de Janeiro, la antigua capital del país y su ciudad más conocida internacionalmente, me encantaría poder estar ahí viviendo la emoción de acompañar a la Selección Argentina en un momento futbolístico histórico como sería jugar la Final de la Copa del Mundo. Sería un sueño extraordinario.

Ni hablar si el rival en la Final fuera la selección local, la gloriosa multicampeona, orgullo de un pueblo que estará paralizado, emocionado y nervioso, pendiente de sacarse una vieja espina clavada hace 64 años y con todas las ganas de gritarle nuevamente al mundo que ellos son los “melhores do mundo”.

¡¡¡ Qué momento sería !!!
¡¡¡ Qué gran posibilidad de estar donde se podrá hacer historia futbolística !!!
Doy gracias a Dios por poder disfrutar esa gran posibilidad.