Mi suenho basado en el Mundial Brasil 2014

Trataré de darles a conocer los sueños, las ideas, los proyectos y las alternativas que rodean a un viaje que sueño y deseo que sea extraordinario. Siento que puede llegar a ser un hito importante para mí en varios aspectos de mi vida futura.

Empezó a gestarse en mi cabeza en Agosto del año pasado, cuando estuve en Brasil festejando con mi mujer Carolina nuestros primeros 25 años de casados y visitando a mi familia “brasileña”.

El proyecto emergió con fuerza hace aproximadamente cuatro meses, cuando en Marzo decidí volver a ser un trabajador independiente. El cambio y la oportunidad de manejar más libremente mi propia agenda me permitió retomar con mayor fuerza viejos sueños y proyectos, los cuales empecé a visualizarlos más al alcance de mis posibilidades. Eso me envalentonó para encararlos con mayor decisión y para convencerme de que empezaba el momento de cumplirlos.

No es el momento de hablar de varios de esos sueños de mediano plazo, que empezaré a concretar desde mediados del año próximo en adelante. Hablaré de la reaparición de un objetivo cercano, con fecha de inicio cierta, período de realización puntual y corto y con toma de decisión de encarar casi inmediata: viajar a Brasil a participar de la fiesta, de la pasión futbolera y la emoción que brinda la Copa del Mundo de Futbol Brasil 2014, y disfrutarla a pleno compartiéndola con buena parte de mi familia cercana que vive en Brasil, y a la cual he tenido mínimas posibilidades de verla en los últimos años.

La ocasión que se presentaba era única, irrepetible probablemente al menos por los próximos 16 años: se volvía a jugar un Mundial de Futbol en Sudamérica después de 36 años, desde aquel lejano y glorioso Mundial de Argentina 1978.

Desde que salimos Campeones del Mundo por primera vez de la mano de Kempes, Fillol, Menotti y Cía., pasaron ocho mundiales en distintas partes del mundo. Recién para el centenario del primer Mundial es posible imaginar alguna posibilidad de que la sede vuelva nuevamente a Sudamérica. Esa posibilidad aún es lejana, y si estuviera vivo, me encontraría con 70 años de edad.

Las circunstancias que rodean al evento y a mis posibilidades de participar de él son totalmente extraordinarias. Tengo casa y comida en las tres ciudades más importantes de Brasil, que son las sedes principales del Mundial: en Rio de Janeiro vive mi primo Mario y su familia, en San Pablo vive mi primo Eduardo y su familia, y en Salvador vive mi papá “Pucho” y su familia, con mis hermanos Dolores y Santiago, hijos de su mujer Marina. Papá y su familia viven en Brasil desde al menos 10 años, y mis primos viven allá hace más de 40 años.

Estuve con todos ellos en Agosto pasado. A papá no lo veía desde hacía 9 años y no había estado con Mario al menos en los últimos 25 años. En el viaje pasado retomamos una relación mucho más afectiva y cercana, y mantuvimos una comunicación muy buena y fluida. Todos me ofrecieron alojarme en su casa si decidía viajar para ver el Mundial de Futbol.

El interés por estar presente en semejante fiesta deportiva y la posibilidad de reencuentro familiar, especialmente con mi padre que ya tiene una buena cantidad de años, me hizo tomar la decisión de viajar aún sin la posibilidad de conseguir entradas para ver los partidos. Obviamente que me voy a perder la emoción de estar presente en las tribunas en los partidos más importantes del torneo, pero estoy muy feliz de poder estar ahí, en “el lugar de los hechos” y acompañado por seres queridos a quienes no tengo muchas posibilidades de ver seguido.

Mi nueva situación de trabajador independiente me permite una cierta libertad de acción, y luego de analizar todos los factores que condicionaban mi posible viaje, llegué a la conclusión de que podía intentar encarar un sueño maravilloso e irrepetible: participar plenamente de un Mundial y compartirlo con mi querida familia brasileña mientras los acompaño en sus actividades diarias como uno más del grupo familiar, al menos por unos días.

Cuando evalué la situación y las posibilidades de concretar el sueño de viajar a Brasil, tomé muy en cuenta que tengo unas circunstancias favorables y una oportunidad extraordinaria para aprovechar, muy poco accesible para otras personas. La certeza de que la ocasión sería única e irrepetible, me permitió tomar más fácilmente la comprometida decisión de emprender el proyecto.

Soy muy soñador y emprendedor. Tengo varios proyectos de largo alcance que se empezarán a concretar a mediados del próximo año, si Dios quiere. Por lo pronto uno de ellos lo emprendo con un espíritu misionero.

Pienso aprovechar mi estadía en Brasil, primer destino importantes de viaje del Papa Francisco a mediados del año pasado en ocasión de la Jornada Mundial de Jóvenes 2013, en la cual participó mi hija Clara de 18 años actualmente, para recorrer su camino brasileño y palpar su influencia en el pueblo brasileño durante su primer año de pontificado.

Con esa información, que utilizaré en este blog, pienso armar al menos un capítulo de un libro que aspiro escribir y editar durante el año próximo.

En el cortísimo plazo, estoy iniciando este blog sobre el Campeonato Mundial de Futbol 2014, que van a poder disfrutar mucho a través de la televisión y medios electrónicos, y espero aportarles algo complementario a través de éste medio.

Los futboleros estamos entrando en la fase final de la “mundialitis”, enfermedad crónica y cíclica que se manifiesta cada cuatro años, paralizante de buena parte de los intereses y actividades habituales que no sean imprescindibles para la supervivencia, mientras las Selecciones Nacionales sigan participando con chances de ganar un Mundial de Futbol. Se hace más virulenta cuando las expectativas de lograrlo parecen más probables.

Por suerte para los que nos rodean, es una patología “cuatrianual”, que en su fase más aguda dura como máximo sólo un mes. A los que les cuesta comprendernos, les pido paciencia como parte y en nombre de todos los “enfermos”.

A todos los argentinos interesados en el Mundial les deseo que lo disfruten al máximo, y ojalá que podamos disfrutar de grandes alegrías. Los invito a interactuar conmigo a través del blog. Me encantaría que lo hicieran.

El máximo deseo para la Copa del Mundo sería que todos juntos pudiéramos disfrutar de ver a Messi levantar la Copa en el Maracaná, y sentir una gran satisfacción interior por ser nuevamente Campeones del Mundo !!!!!!

Besos y abrazos para todos,

Javier Serrano Agüero
Con mi alias futbolero “Xavi” ( ahora un poco devaluado por la eliminación de España, por su corta actuación en el Mundial y su “jubilación” por venta a Quatar)

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