Periodista alemán haciendo una nota a un compatriota para la televisión de su país, un rato después de la victoria alemana sobre Argentina en la Final de la Copa del Mundo 2014.

Instantes después una joven brasileña se puso a «gastar» a la selección argentina frente a la misma cámara alemana. Como yo estaba muy cerca de ella y me dio mucha bronca lo que estaba haciendo, me acerqué aún más y estiré mis brazos para que mis manos quedaran junto a su cara, y marqué el número siete con mis dedos, recordándole a la señorita que su selección había sido humillada por los mismos alemanes unos pocos días antes, y nuestra selección había sido derrotada tan solo faltando siete minutos del tiempo suplementario.

Ella no se daba cuenta que mientras criticaba a los argentinos, los alemanes disfrutaban de recordar lo lindo que había sido ganarles 7 a 1 a la Selección Brasileña.