Momento crucial de un partido que ya entró en el recuerdo de los Superclásicos.

Tan sólo se habían jugado 15 segundos del partido decisivo de la Semifinal de la Copa Sudamericana 2014. Rojas comete un infantil penal a Melli. Desde la tribuna de River un laser molesta la visión de Gigliotti y se demora la ejecución. Teo Gutiérrez y Pisculichi aprovechan para «chamuyearlo» y la tribuna de River para insultarlo. Son segundos eternos que hacen que Gigliotti tenga tiempo de tomar conciencia de la responsabilidad que tiene sobre sus hombros y que le agrega peso a sus piernas.

¿Habrán sido decisivos esos detalles, para que haya terminado pateando como lo hizo? Gigliotti pareció displicente ( posiblemente abrumado ) y ejecutó un tiro anunciado y débil. Barobero acertó el lado, y el tiro fue tan débil que pudo interceptarlo con su mano cambiada, porque el resto del cuerpo ya se había pasado en su estirada buscando su poste izquierdo.

En ese momento, River empezó a ganar el partido. Cuando terminó el primer tiempo 1 a 0, con Boca sin poder concretar sus chances y sin Gago en la cancha, el panorama para River era muy alentador, y no desaprovechó su oportunidad de adueñarse del juego durante el segundo período.

Gigliotti desperdició las tres chances que tuvo en esos primeros 45 minutos, y no pudo enmendar su poca efectividad cuando le cobraron un offside en el momento que podía fusilar a Barobero desde unos 7 metros delante del arco de River y convertir el gol que lo redimiera.

El «Puma» tuvo una noche «negra» que será muy mal recordada por los hinchas de Boca durante años. Este penal rondará en su cabeza por mucho tiempo. Gigliotti pudo haber entrado en el ocaso de su carrera futbolística, el tiempo lo dirá.

El drama futbolístico en su punto más alto. La gloria o el oprobio en tan sólo 11 metros de distancia al arco. El arquero derrotó al ejecutante y se llevó los laureles. La emoción, la tensión y la relevancia de un penal en su máxima expresión, quedan aquí inmortalizadas en éste sitio web.