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Mis motivaciones y Objetivos

El Mundial ya está con nosotros

El Mundial ya está con nosotros. Su inicio está a la vuelta de la esquina. Nos rodea, nos abraza y pareciera que no nos va a soltar fácilmente por un tiempo.

La espera ansiosa de que llegara Junio 2014 y empezara a expandirse el opio mundialista, probablemente haya sido el sueño y anhelo de nuestros gobernantes y de los de otras partes del mundo que tienen dificultades para dirigir sus países.

A pocos días de su inicio, en un país futbolero como el nuestro, pareciera que no pasara otra cosa importante más que el Mundial. Para muchas personas el torneo es casi una molestia, y de ellas, unas cuantas ya se están cansando de su presencia, aún antes de empezar.

Tienen sus razones: los numerosos medios que lo van a cubrir, ya empezaron a saturar al público de informaciones y notas sobre lugares de las sedes y sus estadios, equipos candidatos y de relleno, jugadores que supuestamente serán protagonistas principales y de reparto, público local y turista, árbitros, etc. en sus espacios radiales, televisivos, escritos en papel y en diversas plataformas electrónicas. También son muchísimas las publicidades vinculadas al gran evento.

Por ahora, y solo por ahora, no hemos sido avasallados por la canción oficial del torneo. No se alegren por su ausencia, llegará en cualquier momento y se instalará en nuestros oídos por los próximos cuarenta días aprox.

A las masas futboleras de todo el mundo, que esperaron cuatro largos años para empezar nuevamente a vivir en la piel el rito mundialista, nada de eso las perturba.

Los americanos tuvimos que esperar veinte años para tener nuevamente un Mundial en el continente desde EEUU 1994, y veintiocho años para que se juegue en un país americano no sajón desde Mexico 1986, tan grato e inolvidable para nosotros. Hilando un poco más fino, desde hace treinta y seis años no se juega un Mundial en Sudamérica. Fue justamente nuestro torneo Argentina 1978 la última vez que rodó la pelota mundialista en los campos de juego del sur del continente.

Esa es una de las razones principales por las cuales los futboleros de Norte, Centro y Sudamérica especialmente, estábamos ávidos de que llegara este torneo. Lo van a jugar diez países del continente ( EEUU, Mexico, Costa Rica, Honduras, Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina ), así que el interés en esta parte del planeta está largamente asegurado.

Los hinchas fanáticos regionales ( me incluyo ) intentaremos llegar por cualquier medio a tierra brasileña, y junto con otros turistas menos comprometidos con el futbol, trataremos de presenciar los partidos de nuestros equipos o de otros países que consigamos entradas, y/o al menos palpar en carne propia el clima de lo que significa la máxima fiesta futbolera planetaria. Los que no puedan viajar, al menos podrán verlo por tele y sentirlo mucho más cercano que otros torneos.

Es probable que tengamos que esperar al menos dieciséis años más para volver a tener una oportunidad similar. Hace un tiempo se hablaba de que para cuando se cumpla el primer centenario de la realización del primer Mundial en Uruguay 1930, justamente en el estadio Centenario de Montevideo, era posible que uruguayos y argentinos armaran el Mundial en forma conjunta, como lo hicieron Corea y Japón.

De más está decirlo que es una conjetura que fue planteada antes de que los políticos de las dos orillas se enfrentaran y empezaran a mirarse con recelo y a dedicarse frases hirientes y poco constructivas para la hermandad rioplatense.

Por las dudas no tengamos otras oportunidades próximas en el tiempo, es hora de disfrutar éste Mundial, de cerca o de lejos, con pasión o sin ella. No sabemos cuándo llegará el siguiente a éstas benditas tierras sudamericanas. Puede volver a pasar muuuuucho tiempo, así que empecemos a saborear el inicio de Brasil 2014.

Javier Serrano 3 de Junio 2014

Falta muy poco

Ya se siente. El momento ya está llegando. Queda muy poco trecho por recorrer, y se nota. Los principales signos visibles e invisibles ya se están manifestando.

Los torneos de cada país y la Champions League ya han concluido hace unos días. Los jugadores ya se encuentran concentrados tratando de recuperar sus físicos, absorbiendo estrategias y tácticas provistas por sus técnicos, de recuperar o incorporar intimidad y buena sintonía con sus compañeros de aventura, y algunos están sufriendo la posibilidad de quedarse afuera a último momento de la cita profesional más soñada.

Los medios deportivos ya se han enfocado en el evento por el gran interés y ansiedad que se genera en los días previos, y por la disminución de otras noticias relevantes. Los periodistas ya se dividen entre los afortunados que van a viajar, y los que lamentan tener que ser los que transmitirán programas desde sus propios países.

Los dirigentes de la FIFA ya se van frotando las manos disfrutando en forma anticipada del éxito del mayor evento que organizan, y van preparando sus valijas y su agenda para ser testigos y protagonistas de lo que ya llega.

Entre los meses de Junio y Julio no habrá ningún evento deportivo que concentre tanta atención mundial durante varios días como éste, ni siquiera espectáculos de la talla de Wimbledon, la clásica gran cita londinense del tenis con las máximas estrellas del ex deporte blanco que recupera su blancura durante Junio, o las Finales de basket de la NBA en USA con sus MVP y las siglas y estadísticas que a uno se le ocurran, y su gran dosis del show business norteamericano.

Como siempre sucede, en estos días algunas personas en el país anfitrión están con los nervios de punta, tratando de cumplir con la misión encomendada, y otros tratando de cerrar un fabuloso negocio propio. Las obras de infraestructura seguramente se están desarrollando a un ritmo increíble de 24 x día para tratar de que no se note mucho que no estarán totalmente listas para el inicio del evento. Algunos tratarán que el costo de las obras pase lo más desapercibido posible, para tratar de evitar futuras críticas y sospechas de posible corrupción.

Por primera vez en la historia del evento, y sorprendentemente en uno de los países donde este deporte reina sobre muchos otros aspectos de la vida social, y donde su selección es uno de los máximos orgullos nacionales, hay manifestaciones públicas y muchas opiniones críticas centradas en los organizadores del país receptor en función de la utilización de enormes sumas de dinero necesarias para llevarlo a cabo. Muestra una increíble e inédita conciencia social que expresa y se queja de que tamañas fortunas se podrían haber utilizado para otros fines sociales más importantes y de largo plazo, necesarios para mejorar la calidad de vida de los menos pudientes y más desprotegidos. Lo expresado en textos, marchas, grafittis, etc. algún efecto tendrán en un futuro cercano o lejano para futuras citas de este gran evento que está próximo a comenzar.

Esas son algunas de las manifestaciones visibles de la cercanía de la gran cita mundial, pero también hay muchas invisibles, tan reales como las otras.
La ansiedad de cada fanático en cada rincón del mundo va en aumento, en forma proporcional a la cuenta regresiva que ya está muy cerca de concluir.

Los afortunados turistas fanáticos, aventureros y/o curiosos, ya empiezan a ultimar los detalles de su viaje. Los que los rodean, obviamente ya han sido informados de quienes van a ser los más envidiados de los próximos días.

En Latinoamérica, las cifras de los que viajan al evento seguramente establecerán records para la región. La oportunidad de ser parte de tamaña fiesta es única para todos ellos al menos por los próximos 16 años.

Los fanáticos que no tendrán esa suerte, ya van ultimando detalles del ritual habitual que se programa cada cuatro años para saborear lo que se viene. Los que no se organizaron con tiempo y todavía tienen televisores con tecnología antigua, o menos pulgadas de las que quisieran, y los que aún no tienen HD y sueñan tenerla durante al menos el próximo mes y pico, están intentando aceleradamente de ponerse en condiciones de tener el principal instrumento de recepción de los contenidos del evento, para que reproduzca de la mejor manera posible las imágenes que va a recibir durante un poco más de un mes. En nuestro país, esta vez hay menos cuotas ofrecidas con tarjeta para captar a los fans que sueñan con ver mejor lo que ya está llegando.

La cita cumbre del futbol mundial, celebrada cada cuatro años siguiendo el formato de las viejas olimpíadas griegas, está a punto de empezar. Brasil 2014 ya es un hecho concreto y palpable. El Mundial de Futbol para nosotros, la Copa del Mundo para otros, se desarrollará en varias ciudades brasileñas con la atención de fanáticos y curiosos de todas partes del mundo.

La globalización en una de sus grandes manifestaciones quedará una vez más en evidencia. Estamos todos conectados, y el futbol con su césped como sustento, su imprescindible pelota, los arcos y sus redes que darán cuenta de los goles que se produzcan, las tribunas llenas con el colorido que le brindarán los locales y los turistas de cada rincón del planeta. Los jugadores de los 32 países participantes, que serán los protagonistas principales de la fiesta y los que sean secundarios y colaboren para que el torneo sea una realidad de impacto global, lo van a demostrar fehacientemente.
Lo hará visible desde la importancia que tiene como deporte presente en casi todos los lugares habitados del mundo, posibilitando soñar, gritar, festejar, maldecir, etc. mientras emociona, divierte, entretiene y distrae, causando orgullo o vergüenza.

La Copa del Mundo Brasil 2014 se iniciará en unos pocos días. Será la gran cita “cuatrianual” del futbol mundial, y también será un gran instrumento masificador, creador y comunicador de expectativas, valores, orgullos, alegrías, tristezas, virtudes y defectos de las sociedades contemporáneas. Algunos aspectos saldrán a relucir, y otros se tratarán de ocultar al menos por unos días.

Desde este lugar quiero ser testigo, cronista y participante de esta apasionante cita deportiva y social, que disminuirá el pulso de buena parte del mundo durante un poco más de un mes, producirá un gran movimiento de personas y una audiencia mundial que probablemente establezca nuevos records.
Los protagonistas, los organizadores, los trabajadores, el público local, los concurrentes, los espectadores a distancia, ustedes y yo estamos prontos para intentar disfrutar de un nuevo mundial de futbol.

Brasil 2014 ya llega. Ojalá que sea una Copa del Mundo para recordar por un futbol bien jugado o al menos apasionante por sus grandes espectáculos, por grandes jugadas y goles, por la alegría que produzca como evento social, y por el color y buenos valores que aporten los que participen de él, para que sea una muestra de aceptación, tolerancia, confraternidad y fair play entre los jugadores y fanáticos de todo el mundo que participen siendo protagonistas de la gran cita futbolera, el gran espectáculo deportivo del año 2014. Bienvenidos, en unos días más podremos gritar……¡¡¡ Show Time !!!

Javier Serrano, 30 de Mayo 2014