La Copa de todas las Copas – La Nación y Cancha Llena

La Copa de todas las copas
Por Daniel Arcucci | canchallena.com 12 de Junio 2014

BELO HORIZONTE.- «Amamos el fútbol y recibimos este Mundial con orgullo: haremos de él la Copa de todas las copas.»

Dilma Rousseff escribió esas palabras a principios de este 2014 en Twitter, como respuesta a las críticas de la FIFA. Bien podrían haber sido un anticipo de su discurso en la fiesta inaugural, pero eso no será posible: la presidenta no hablará en San Pablo, acosada por buena parte de un país que, es cierto, se siente «el país del fútbol», pero también se siente «un país estafado».

Sin embargo, y también por eso, están dadas las condiciones para que ésta sea «la Copa de todas las copas». Por lo mucho que se juega, dentro y fuera de la cancha.

1 Por el Brasil futbolístico. Maracanazo es una palabra omnipresente, salvo en un sitio. Felipao, DT del seleccionado local, prohibió que fuera pronunciada por sus jugadores. Aunque, para él, lo que sucedió hace 64 años aquí mismo fue el comienzo de la grandeza de la selección más ganadora de todos los tiempos. La presión es enorme para un equipo que juega con la historia. Pase lo que pase, al final, en la final, se hablará de. Maracanazo.

2 Por el Brasil social. Muchos Mundiales modernos han tenido problemas previos. Ninguno llegó a este extremo: nunca la amenaza de boicot estuvo tan cerca de convertirse en algo real; nunca hubo grupos «anti-Mundial» tan institucionalizados. Desde una marcha de protesta que afectó la llegada del equipo local hasta las masivas huelgas de transporte que colapsaron ciudades, pasando por violentas manifestaciones, con fuerzas de seguridad incluidas.

3 Por el Brasil político y económico. Con elecciones a la vista, la Copa entra en la campaña. Dijo Dilma: «Los pesimistas ya están perdiendo. Decían que no íbamos a llegar con las obras… El Mundial dura un mes y los beneficios serán para toda la vida. Desde 2010, que comenzamos con las obras, se invirtió un 212% más en educación que en la construcción de estadios». Lo cierto es que hay obras sin terminar, que varios escenarios llegaron «a último minuto» y que los gastos se multiplicaron escandalosamente.

4 Por el Brasil de la seguridad. Un Mundial, normalmente, es una fiesta, salvo puntualísimas excepciones (lamentablemente, los barrabravas argentinos entre ellas). En este caso, las miradas de 181.000 policías, a razón de 2820 por encuentro, pondrán su atención en varios focos de posibles conflictos, sobre todo internos.

5 Por el Brasil logístico. El Mundial, más que en un país, se juega en un continente. Eso es, por tamaño. Enormemente más grande que Japón, Alemania o Sudáfrica, pero sin los trenes o autopistas de los dos primeros, como alternativa de movimiento. Será, este, un Mundial en avión.

6 Por Sudamérica. La Copa del Mundo vuelve, aquí sí literalmente, al continente de su debut después de 36 años, desde Argentina 78. Paradójicamente, la presencia y el peso sudamericano fue creciendo en ese tiempo de paréntesis: de tres representantes se pasó a cinco, acompañados por asiáticos y africanos, resultado de una política de poder estratégico de la FIFA.

7 Por el juego. Tres de los cuatro semifinalistas de Sudáfrica 2010 impusieron como moda el 4-2-3-1, aunque lo que quedó en la memoria colectiva fue el juego abarcelonado de España, dominante de toda una época. ¿Se impondrá un cambio? Quizás sea un síntoma que la selección local, curiosamente, pueda jactarse de lo que nunca: tener la mejor defensa del mundo.

8 Por Messi. «No necesita ganar la Copa del Mundo para ser el mejor», declaró Maradona. Pero hacía muchos años que el N°1 del momento no estaba sentado a la mesa de los N°1 de todos los tiempos: Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Diego aceptaron a Leo allí. Y Leo tiene la oportunidad, ahora, de ubicarse en la cabecera. Ganar un Mundial en Brasil con la Argentina sería algo muy difícil de comparar.

9 Por los ausentes. Siempre los ha habido. Pero en este caso, más allá de los que no viajaron porque no consiguieron el boleto (Ibrahimovic) o porque no se lo dieron (Tevez), la epidemia fue de lesiones. Se puede armar un equipo titular. De Valdes a Falcao, pasando por Ribery, Reus, Van der Vaart, Walcott.

10 Por la tecnología de las comunicaciones. Se dirá mil veces y una más cada cuatro años. El Mundial, plataforma de cambio: del télex en México 86 al fax en Italia 90; de la computadora en EE.UU. 94 a la redacción remota en Francia 98; del Wi-Fi en Japón-Corea 02 al blog en Alemania 06; del Twitter en Sudáfrica 2010 a la hiperconexión de Brasil 2014, en un teléfono.

El Mundial está aquí, al alcance de la mano.

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