Voy a escribir esta nota en forma totalmente parcial, como un hincha argentino. No voy a escribir como observador imparcial sin toma de posiciones, porque considero que ahora no es el momento para hacerlo.
Frente al último esfuerzo de nuestros jugadores para intentar lograr la hazaña deportiva soñada por todos, de ser Campeones del Mundo en la propia tierra de nuestros hermanos brasileños, hay que empujar y alentar a nuestros jugadores de la manera en que podamos.
Muchos estamos acá en Brasil para estar cerca de nuestros representantes. Se calcula que seremos unos cien mil !!!!! para darle el aliento y el apoyo desde cerca, que necesitarán para lograr su difícil meta.
En esta instancia crucial de la Copa del Mundo, en todo nuestro país y en el exterior, muchos argentinos nos estamos sintiendo periodistas analistas y directores técnicos, como si desde nuestro propio lugar pudiéramos pensar y decirle algo a Sabella y sus jugadores para que puedan enfrentar la Final contra Alemania de la mejor manera posible.
Yo al menos siento que estoy haciendo eso, que no les servirá a ellos porque no leerán este Blog al menos ahora, pero me servirá a mí para sacar afuera lo que vengo pensando desde que me anoche cuando me subí al ómnibus que me llevó a Niteroi luego de la derrota brasileña y el show posterior en la Fan Fest situada en Copacabana.
Con esa necesidad interior, imaginariamente me sitúo en el vestuario argentino entre medio de Sabella y de Mascherano, y frente a los veintidós jugadores guerreros restantes. Pachorra me presenta como un representante de toda nuestra hinchada presente en Brasil, y que voy a darles un mensaje de nuestro pueblo argentino antes de la charla técnica previa al match.
Todos concentran su mirada en mí. Los noto ansiosos, concentrados, con mucha determinación, pero también curiosos por saber lo que opinamos los hinchas antes de intentar una gesta histórica para nuestro futbol.
Con la tranquilidad y confianza que me brindaron en el proceso previo de la Copa hasta llegar a esta instancia, tratando de que no se me quiebre la voz por la emoción de estar ahí participando de ese instante tan especial, empecé a hablar.
Mis primeras palabras empezaron a sonar tibias, pero a medida de que fui expresando conceptos, sonaron más firmes y convincentes. Empecé diciendo que estamos orgullosos por lo que ya hicieron. Los argentinos soñábamos y rezábamos para que lo hicieran, y fueron capaces de lograrlo. Estamos nuevamente disfrutando el placer, el gozo, la alegría y la emoción de que nuestra selección tenga la chance de jugar una Final de Copa del Mundo después de 24 años y que salga Campeona después de 28 años !!!! Estamos orgullosos.
Les dije que la determinación que expresó Mascherano antes del partido con Holanda expresaba esa necesidad que todos teníamos de llegar a esta instancia, aunque las hubiera dicho con otras palabras. Algunos esbozaron una leve y nerviosa sonrisa. Seguí hablando.
El equipo llegó a la Copa con la apreciación coincidente de nuestro público y del periodismo en general, que les colocaba el rótulo de equipo ofensivo con los cuatro fantásticos, y con muchas dudas en defensa. Los felicité a ellos y a Sabella por haber sido capaces de encontrar el tan ansiado equilibrio para que la defensa no sea fácilmente vulnerable. Realmente nos sorprendieron a todos.
Fijé los ojos en Chiquito Romero, y con gratitud le dije delante de todos: gracias por regalarnos tu solidez, la confianza que hoy nos inspirás a todos, por los penales a lo Goyco que atajaste el miércoles frente a Holanda. Ya entraste en nuestra historia futbolera. No muchos creían en vos, y fuiste capaz de superar con tu esfuerzo, determinación y capacidad todos los obstáculos, alejando los fantasmas de los hinchas y los tuyos propios.
Noté que me miró agradecido, mientras seguí diciendo: Igual no es el momento de que te conformes. Como te dijo Javi antes de los penales contra Holanda, hoy también podrá ser otro día de gloria para vos. Tenete mucha confianza, vos podés. Hice una breve pausa, sintiendo que la emoción mía y de ellos iba en franco crecimiento.
Al retomar el hilo de la charla expresé que el medio campo se había fortalecido por el esfuerzo de todos para tratar de entorpecer el avance rival y recuperar pronto la pelota. Felicité a todos, a los hombres más de marca como Javi y Lucas, pero también a los mediocampistas más ofensivos y a los delanteros. Todos hicieron un trabajo digno de destacar en ese sentido. La selección fue sólida, áspera y no permitió un tránsito cómodo de los rivales por la zona intermedia de la cancha.
Elegí para terminar de analizar esa parte del esquema funcional del equipo, elogiar a la Pulga, para darme pie a lo más importante que me faltaba decir. Expresé que era muy loable verlo participar como uno más de esa función, que me encantó su solidaridad y humildad para trabajar en esa tarea que no le es afín.
Luego de decir eso lo miré a Sabella y les empecé a decir: el técnico seguramente les dirá en la charla técnica que tengan mucho cuidado con tal o cual jugador alemán, con ciertas maniobras ofensivas que seguramente tratarán de aplicar los habilidosos, fuertes y capaces jugadores germanos. Pero quiero que tengan en cuenta algo, que espero que Pachorra también les diga: uds. representan al futbol argentino, una escuela de buen futbol con toque y habilidad personal.
Llegaron a Brasil con la confianza de su poder ofensivo. En la búsqueda de solidez dejaron un poco de lado una de las grandes banderas de nuestro juego, la que nos hacía diferentes y sólo comparables a tres o cuatro potencias más.
Estamos frente al partido final. Es el momento de poner toda nuestra rica carne al asador. Uds. como delanteros no son menos que los alemanes. Llevan mucho tiempo jugando juntos. Se entienden y disfrutan de jugar en equipo. Es el momento de que saquen de la galera todos los conejos que tienen, que son muchos. Ténganse confianza. Todos los apoyamos, y disfrutaremos si juegan bien ofensivamente hablando. Ganen o pierdan nos sentiremos muy orgullosos de que puedan mostrar su habilidades.
Volví a enfocar mi vista en Lio o Leo, como quieran decirle. La Pulga me miraba compartiendo lo que decía. Él no es el líder de las palabras, y con su mirada me agradeció por expresar lo que él siente en este momento.
Consciente de eso, y de que él carga con el mayor peso y responsabilidad frente a ese desafío ofensivo, miré al Kun, al Pipa, al Pocho, a Rodrigo, a Fideo y a los mediocampistas titulares y suplentes y los arengué con fuerza: no lo dejen sólo a Lio porque él solo podrá ser muy efectivo en su juego si uds. tienen dinámica y se mantienen cerca suyo. Jueguen con concentración y siempre traten de ser prolijos con los pases y háganlo con la intención de ser agresivos, de intentar dar una o varias estocadas que puedan definir el partido.
Noté un lenguaje corporal adecuado en ellos, y sentí que les había tocado una fibra íntima que les insuflará ánimo y determinación para lograrlo. Solo me faltaba decirle a Lio: todos confiamos en vos. Te apoyamos y creemos en tu capacidad para desnivelar, hacer jugar a tus compañeros y para hacer el o los goles que necesitamos esta tarde. Es tu tercer Mundial, llegás en una muy buena edad. Es el momento, tu cita con la gloria, como lo fue el 86 para Diego. Salí a la cancha con la mejor actitud que puedas, con gran determinación y plena confianza en que vas a poder escapar en algunos momentos a la marca pegajosa y difícil que te harán los alemanes. Esas serán nuestras mejores oportunidades de hacer un gol. Poné todo lo que tengas en esos momentos y sentí en tu piel que la gloria te abrazará hoy si vos lo creés con todo tu cuerpo y espíritu. Vamos Lio, vos podés!!!!!
Ya el clima había llegado casi a su mayor nivel de confianza. Era el momento de dirigirme al capitán fuera de la cancha. Parecía que mi tocayo, el Javi Masche estaba esperando que terminara para agarrar la posta, y creo que le saqué algún argumento a su arenga.
Les recordé a todos el sentido de las palabras de Obdulio Varela, el mítico capitán uruguayo, que las dijo en la misma situación, en el mismo estadio 64 años antes, cuando un dirigente uruguayo les había dicho que ya habían cumplido, que traten de que los brasileños no les hagan muchos goles. Obdulio les dijo: los de afuera son de palo: salgamos a la cancha a ganar, sólo cumpliremos si ganamos !!!!
La verdad es que ya cumplieron, pero no tienen que conformarse. Salgan como lo hicieron esos once gloriosos uruguayos. Ellos estuvieron solos entre medio de más de 150.000 torcedores brasileños. Ustedes tendrán todo nuestro apoyo dentro y fuera del estadio, en la Argentina y en cualquier rincón del mundo donde haya un argentino viviendo y palpitante la emoción de este momento.
Ya no nos podrán defraudar, pero todos queremos que puedan dar el último paso con el convencimiento, la confianza y el espíritu necesario para lograr nuestra propia hazaña futbolera en el mítico Maracaná.
Quiero cerrar mi charla agradeciendo a nuestro generoso técnico, capaz de escuchar las opiniones de los demás y de reconocer sus propios errores. Lo miré a los ojos a Sabella y le dije que lo único que le pido hoy es que no se quede solo en plantar bien al equipo para defenderse.
Es el momento de ser balanceados, y agregarle una cuota de agresividad a nuestro juego ofensivo. Nos hace falta para que los alemanes no se nos vengan encima y tengan la tranquilidad de que tengan su juego defensivo bajo control.
Para terminar les dije: nosotros confiamos en su capacidad y determinación para que intenten la hazaña. Es el momento de que uds. también se la crean y salgan a la cancha con la mayor confianza en sus propias fuerzas. Es su cita con la gloria, y pocos de uds. tendrán una nueva chance.
Pongan huevo, garra, corazón y su habilidad para potenciar su juego colectivo. Van a entrar once a la cancha, pero tendrán el respaldo de doce compañeros afuera que estarán listos para respaldar al resto si les tocara ingresar, y tendrán el apoyo y respaldo de millones de argentinos en todas partes del planeta.
Terminé diciendo Vamos Argentina carajo !!!!!!!!!
Casi al unísono todo el plantel y cuerpo técnico saltaron de sus bancos y gritaron Vamos que podemos !!!!! y ahí nomás empezaron a cantar el grito guerrero, el hit de este Mundial recordando a nuestros hermanos brasileños, para darse ánimo y sentirse locales en pleno Maracaná.
Empezaron a gritar: Brasil decime que se siente, tener en casa a tu papá, te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar… a la tercera repetición empecé a improvisar y el Masche me trató de seguir. Sintiéndome apoyado canté: ….la Pulga los gambeteó, el Pipa los vacunó, están llorando desde el Maraca hasta hoy !!!!!! A la selección vas a ver, la Copa vamos a traer, Maradona es más grande que Pelé !!!!!.
En la repetición siguiente varié el canto, y lo enfoqué en nuestro rival de hoy: decime Alemania que se siente ….. y continuamos cantando todos la nueva letra improvisada en el vestuario del mítico Maracaná. Fue un momento emocionante !!!
Dándole gracias a Dios de haber podido compartir este momento, y sintiendo que Jorge Bergoglio, el Papa futbolero argentino hará más fuerza que el Papa alemán esta tarde, confié que nuestro tarde de gloria en Rio de Janeiro de Julio 2014 ya había llegado. Dios probablemente estará hoy con nosotros. Lo necesitamos como pueblo que quiere crecer, madurar como país.
Ojalá que ganemos la Cop del Mundo y no nos quedemos solo en triunfalismos futbolísiticos y políticos, y juntos hagamos un gran país, el país que nos ganemos nosotros mismos con nuestro talento y esfuerzo y confianza en nuestras propias fuerzas. Nuestros guerreros de Brasil podrán ser nuestros ejemplos. Juntos podremos lograr ser una gran nación, respetada por los demás países, como ya lo hizo esta Selección Nacional. Vamos Argentina carajo, juntos podemos !!!!!.
Qué lindo poder cumplir este sueño y cómo me hubiera gustado estar en ese vestuario hoy antes del partido !!!!!!!