Archivo de la categoría: Selección Brasileña

Holanda 3 vs Brasil 0, el match en la Fan Fest de Río

Sábado 12 de Julio 2014. Estuve en la Fifa Fan Fest de Río de Janeiro viendo cómo Holanda le ganaba 3 a 0 a Brasil, y se quedaba con el 3er. Puesto de la Copa del Mundo 2014.

Hubo poca presencia brasileña, y la mayoría sin la camiseta de la selección. Se notó porque pude entrar al recinto de la Fan Fest aunque llegué a la playa de Copacabana tan sólo una hora antes del partido.

Había muchas chicas en el público, porque estaban interesadas en participar del show de una banda que se presentaría en el escenario al terminar el partido. Esa tarde hubo pocos holandeses, ya que el grueso de los hinchas naranjas estaban en el estadio de Brasilia.

Ya sin ningún posible enfrentamiento argentino con Brasil, estaba dispuesto a hinchar por Brasil, pero el tempranero gol de Holanda frustró rápidamente mi intención de hacer fuerza por Brasil. Los mismos brasileños quedaron helados al ver que le cometían penal a Robben menos de dos minutos después de empezado el partido, y se oía un murmullo de disconformidad y sorpresa.

Imagino que también estaban con temor de que se pudiera repetir una catástrofe futbolística similar a la vivida pocos días antes frente a Alemania. Al final, el resultado fue amplio a favor de los holandeses, y muchos brasileños se retiraron pocos instantes después del tercer gol de Holanda.

Cuando terminó el partido, otro nutrido grupo de brasileños se retiró velozmente, sin quedarse a ver el show posterior al partido. Se notaba una gran decepción y frustración en sus rostros, y en la voz del periodista brasileño que transmitía el partido por la TV y que se oía por los parlantes, cuando hizo un comentario nostálgico de las grandes figuras futbolísticas brasileñas, que quedó documentado en el final del video.

Holanda 3 vs Brasil 0, la Previa en la Fan Fest de Río

Sábado 12 de Julio 2014 estuve viendo el match entre Holanda y Brasil por el 3er. Puesto en la Fifa Fan Fest de la Playa de Copacabana. A diferencia de todos los partidos anteriores, me resultó fácil ingresar al recinto de la Fan Fest.

Había hinchas de distintas partes del mundo, y sorprendía ver pocas camisetas brasileñas y un clima alegre y totalmente distendido, sin ninguna tensión ni preocupación por el partido.

Entre las curiosidades, hubo personas que se pasearon por el aire por encima del público ( algunos sacando fotos ) sostenidos por un arnés. Cuando subía a la torre de salida y luego se colgaba en el aire un argentino con la camiseta puesta, los brasileños silbaban y le gritaban cosas agresivas o con onda de cargada.

En el recinto había numerosos puestos de venta de bebidas, y se consumía mucha cerveza, lo cual debe haber ayudado al clima de algarabía general.

Holanda 3 vs Brasil 0, la previa de Hinchas y Torcedores

Sábado 12 de Julio 2014 en Río de Janiero, un par de horas antes del partido por el 3er. Puesto entre Brasil y Holanda.

Me dirigía en Metro a la playa de Copacabana para ver el partido en la Fan Fest, cuando me encontré con un grupo de hinchas argentinos cantando en el subte. Les saqué una foto y los filmé.

Luego de hacer combinación, conocí en el subte a dos jóvenes arquitectos irlandeses, y charlamos animadamente un buen rato durante el viaje y mientras caminamos unas cuatro cuadras hasta la playa junto con un holandés que los estaba esperando a la salida del Metro. Fue un encuentro muy entretenido, y los fotograié conmigo con el Hotel Copacabana Palace de fondo, y los filmé en la Avenida Atlántica, antes de que ellos se fueran a la Fan Fest y yo me quedara filmando y sacando fotos.

Lo más divertido de esa primera parte de la Previa, fue un duelo de cánticos entre un grupo de hinchas argentinos y otro de torcedores brasileños, que quedó documentado en este video.

Alemania 7 vs Brasil 1, los goles

El Martes 8 de Julio de 2014 quedará en el recuerdo de los Mundiales de Futbol.
Esa tarde se produjo un resultado histórico irrepetible: Alemania le ganó 7 a 1 a Brasil en la semifinal de la Copa organizada por los mismos brasileños. Un resultado impensado entre las dos potencias máximas históricas del futbol mundial.

Acá están los goles de esa noche maravillosa para los alemanes y humillante para los brasileños.
Para los neutrales, fueron treinta minutos únicos en la historia del futbol. Para ver y ver una y otra vez a medida que los años le vayan dando una vivencia distinta. Partido irrepetible. Sensacional !!!!!

Alemania 7 vs Brasil 1, en un depto. brasileño

Martes 8 de Julio 2014. Tarde histórica para el futbol mundial. Alemania humilló a Brasil en una Semifinal de Copa del Mundo en su propio país, y lo dejó fuera de la Final.

El histórico partido lo vi en San Pablo, en el departamento de Ney y su mujer, amigos de mi primo Eduardo y su mujer brasileña Denise. Estuvo con nosotros mi sobrino Gustavo.

Luego de la sorpresa y el estupor por la seguidilla de goles alemanes, al rato ellos estaban recibiendo sms y textos en Facebook de sus amigos, haciendo chistes sobre lo que estaba pasando.

Debo felicitar a Ney y a su mujer, nuestros anfitriones, porque se portaron como un duque y una duquesa. Habían preparado una mesa llena de cosas ricas para agasajarnos, y nunca perdieron la alegría y la buena onda pese a lo desastroso del resultado para Brasil, que significaba el fin del sueño de lograr la 6ta. Copa del Mundo ( el Hexa ) en su propio país. Lo mismo puedo decir de Denise, torcedora brasileña de pura cepa.

Pienso como lo hubiera vivido yo u otro argentino un resultado similar, y no dejo de sacarme el sombrero por todos ellos.

Brasil 2 vs Colombia 1, en familia y con amigos

El partido de Cuartos de Final entre Brasil y Colombia, que terminó con la victoria del equipo local por 2 a 1, lo estuve viendo en San Pablo en el departamento de mi primo Eduardo y de su mujer brasileña Denise.

Justamente Denise se encargó de preparar una excelente mesa con riquísimas cosas saladas frías y dulces para recibir a una amiga de mi sobrino Gustavo, varias amigas de mi sobrina Caroline y un matrimonio de amigos, Ney y su señora. Decoró su living para la ocasión, que fue muy festiva, ya que Brasil jugó su mejor partido eliminando a uno de los mejores equipos hasta ese momento. Pasamos una muy linda tarde.

Con esa victoria frente al equipo de Pekerman y James Rodríguez, Brasil se ganó el derecho a enfrentar a Alemania en la Semifinal. Ese partido lo fuimos a ver a la casa de Ney, que les retribuyó la invitación para ver este partido decisivo.

Brasil 4 vs Camerún 1, en un lanchonete de San Pablo

Lunes 23 de Junio 2014. Era mi primer día en «tierra firme» en Brasil, ya que había viajado por un día y medio en omnibus hasta llegar esa mañana a la Rodoviaria de San Pablo.

Después de dejar mis valijas en custodia en la estación, me fui a palpitar el partido Holanda vs Chile cerca del Estadio Arena Corinthians. Cuando ese partido terminó, me dediqué a fotografiar y filmar el post match. Debido a esa tarea, llegué a la zona de la Fan Fest con tan sólo una hora y media antes de empezar el partido entre Brasil y Camerún, que era el último de la zona y definía quien sería el Ganador del Grupo. Cuando llegué cerca de la entrada del recinto, me encontré con un nutrido grupo de guardias de seguridad y policías, que no dejaban entrar al lugar porque estaba lleno de gente.

Terminé viendo el partido en un lanchonete ubicado frente a una de las dos entradas a la Fan Fest, entre una gran mayoría de brasileños, y algunos chilenos y holandeses que llegaron sobre la hora como yo, luego de haber estado en el estadio un rato antes.

El partido empezó con clima festivo, pero cuando Camerún empató el partido se produjo un gran silencio y preocupación, que sólo se disipó cuando Brasil anotó el segundo gol sobre el final del primer tiempo.

En el segundo tiempo Brasil convirtió dos goles más, y el clima de ese período fue muy festivo. Divertido pero muy cansado, un rato después me dirigí en Metro a la Rodoviaria, ya que a las 21:30 hs. tenía que tomar un omnibus que me llevaría a Salvador, adonde llegaría un día y medio después.

La nueva Alemania juega como el viejo Brasil – La Nación

canchallena.com > Columnistas > Daniel Arcucci > Mundial Brasil 2014

Martes 08 de julio de 2014 | 20:15

La nueva Alemania juega como el viejo Brasil

Por Daniel Arcucci | canchallena.com

Hace ocho años, en su Mundial, los alemanes terminaron dando una vuelta olímpica en Dortmund, aplaudiendo a la gente y aplaudidos por la gente, mientras por en altoparlantes de ese estadio famoso por la resonancia de su fervor sonaba la más hermosa música de los Mundiales, «Un’estate italiana». No, no habían ganado. Perdieron con Italia, justamente, aquella semifinal y días más tarde volvieron a celebrar, esta vez el tercer puesto, después de ganarle a Portugal. Al día siguiente, Berlín fue una fiesta.

Y al siguiente, volvieron a trabajar en lo que ya venían trabajando.

Ocho años después, con la camiseta del Flamengo en lugar de la clásica blanca o de la verde alternativa, como si hasta eso hubiera estado pensado, le dieron una paliza histórica y una verdadera lección de fútbol nada menos que a Brasil, en su Mundial, tras haber incorporado como propias señas de ese juego que por estas tierras se ha jugado como en ningún otro lado.

Explicar semejante resultado solamente por el grado de conmoción y desconcierto con el que los futbolistas brasileños han padecido todo este Mundial, ya no sólo este partido, sería una injusticia tan grande como suponer que este fenómeno de Alemania ha surgido simplemente de una combinación generacional de excelentes futbolistas.

La más brasileña de las Alemanias masacró a un Brasil al que sería irrespetuoso (con Alemania) calificar de alemanizado, se construyó por decisión propia y por estrategia estructural. Lo que se vio en el Mineirao, lo que ya se había visto en el Fonte Nova contra Portugal es, en definitiva, el trabajo de años, tras haber disfrutado el Mundial que no ganaron.

Vale leer, una y otra vez, aunque suene reiterativo, a Jürgen Kloop, el excéntrico y formidable entrenador del Borussia Dortmund, para entender todos los por qué.

«Se impuso a los clubes la obligación de tener centros de rendimiento: profesores de fútbol, entrenadores juveniles mejor preparados y mejores condiciones. Y el que no los tenía, no conseguía licencia ni para Primera ni para la Segunda División. Eso fue muy útil y ahora tenemos una cantidad increíble de jugadores con talento. No dejan de aparecer nuevas promesas. Nos hemos vuelto más valientes sacando al campo a chicos de 17 años. Las cosas han cambiado tanto que ahora lo que nos falta es el juego aéreo. El gran impulso evolutivo de principios de los 90 vino con el cambio a una marca en zona centrada en la pelota. Ya no se marcaba al jugador. En Alemania, hasta 1994, si tu marca se movía, le seguías hasta el baño. La marca en zona hizo que no tuvieras que limitarte a destrozar el juego contrario, sino que podías desarrollar tu propio juego», reveló hace un tiempo, en una entrevista en la que también decía, por ejemplo: «El mundial de 2006 supuso la mejor publicidad para Alemania. No sabíamos que podíamos ser tan despreocupados, felices y alegres como país. Tuvimos cuatro semanas de clima español, lució un cielo azul. Todos estaban de buen humor, todos amaban la vida. Pero también está dentro de nosotros no gastar más de lo que se ingresa.».

Y también está dentro de ellos construir lo que no tienen. Alemania se convirtió en una máquina de fútbol, demasiado para este pobre Brasil. Para entenderlo, para explicarlo, hay que empezar de adelante para atrás. Porque allá adelante es donde terminan apareciendo todos, no se sabe quién ni cuándo. Fue Müller después de un córner, fue Klose para batirle el récord (encima) a Ronaldo, fue Kroose dos veces para demostrar que no importa el gol importa más que el rol, que todos lo buscan. Schuerrle, por supuesto, cuando le toca entrar, pero también Khedira, que en su seleccionado ataca más que en el Madrid. Y cuando hace falta, aparece Hummels por arriba. Y si no alcanza con Schweinsteiger y Lahm para equilibrar, siempre estará Neuer en el arco, para poner las manos y el pecho. Neuer, justamente, que en alemán quiere decir «nueva». Nueva Alemania, que ataca, que toca, que juega como en otras épocas lo hacía Brasil.

Masacre irrepetible – La Nación

canchallena.com > Columnistas > Juan Pablo Varsky > Mundial Brasil 2014

Miércoles 09 de julio de 2014 | 08:15

Masacre irrepetible

Por Juan Pablo Varsky | Para canchallena.com

Bastian Schweinsteiger estaba feliz. Aún no había comenzado el partido y ya sonreía. Disfrutaba del escenario, del contexto y de enfrentar a su admirado Brasil, dispuesto a jugar con el corazón y su gente. Alemania confiaba en su cabeza y su funcionamiento. El local arrancó con enjundia, como ante Colombia. Ganaba las divididas, buscaba a Hulk a la espalda de Lahm, soltaba a Marcelo por ese mismo lado, intentaba el desborde con Bernard en la derecha. El estadio aullaba. Duró cinco minutos.

El Flamengo europeo comenzó a tocar y moverse con sus líneas juntas, no tan adelantadas como en juegos anteriores. Tenía un plan: imponer supremacía en la mitad de la cancha, coparle la zona a Luiz Gustavo y a Fernandinho. Schweinsteiger se paró como libero delante de los cuatro del fondo. Vértice retrasado, armó un triángulo con los autores materiales de la masacre futbolística: Sami Khedira y Toni Kroos. Brasil, presión y contraataque. Alemania agrupada al balón a ras del piso con transiciones integrales, únicas en el fútbol actual. Atacan y defienden los 11.

Marcelo perdió la bola en una proyección. Khedira hizo su primer daño en ataque. Córner. Un desmarque colectivo distrajo a David Luiz. Ese animal competitivo llamado Thomas Müller aprovechó la soledad. 0-1, cuarto gol alemán de pelota parada en esta Copa. Toni Kroos, ese crack todoterreno con nombre de skater, empezó a dictar el tempo. Tic, tac. Una corta, una pared, un cambio de frente y más. Khedira se sumó a la fiesta del movimiento con apariciones por todos lados. Boateng salía limpio con pases por abajo de diez metros para adelante, siempre a un compañero. Sin la pelota, el equipo mostraba esos retrocesos tremendos con todos involucrados. Müller con Marcelo, Ozil con Maicon. Un 4-1-4-1 de foto, de punto de partida.

La táctica de Alemania es moverse todo el tiempo. La desorganización organizada, compartiendo la pelota y peinando el pasto con su juego al ras. Müller metió una puñalada desde la derecha. Kroos atacó por el centro y sirvió a Klose. 0-2. Historia. En su cuarta semifinal consecutiva, dejó atrás a Ronaldo, comentarista de O Globo. Lahm nos recordó que sigue siendo el mejor lateral derecho del mundo. Desbordó y metió el centro atrás. Toni Kroos cumplió otra vez con el concepto de que llegar es mejor que estar. 0-3. Un minuto más tarde, presionó a Fernandinho. Se la robó en tres cuartos y combinó con su socio Khedira. El del Madrid lo dejó solo para otro pase a la red. 0-4. Segundos después, Hummels anticipó y salió con prepotencia desde el fondo. Khedira y Ozil armaron la jugada. Baby Kirchner sirvió el gol con otro pase adicional alla San Antonio Spurs. Sami, el crack con cara de actor porno, tuvo su propio final feliz.

Esa media hora entera fue un largo orgasmo futbolero. La mejor de la historia. Disculpen, nostálgicos. Respeto y admiración por Brasil del 70 o la Holanda del 74. Ningún equipo había jugado como Alemania en el Mineirao. Aún no es campeón y eso cuenta. Tanto como que su actuación colectiva de anoche será irrepetible. En el segundo tiempo jugó Neuer con seis atajadas. Entró Schuurle y decoró la peor derrota de Brasil en su vida. 1-7. Chocaron los planetas. El público cantó olé, gritó el gol de Óscar y silbó al final. Scolari saludó a todos. Felicitó especialmente a uno. Mientras lo escuchaba, un respetuoso Bastian Schweinsteiger sonreía y seguía disfrutando de todo, aun más feliz.

Otro Maracanazo – La Nación

canchallena.com > Columnistas > Ezequiel Fernández Moores > Mundial Brasil 2014

Martes 08 de julio de 2014 | 23:33

Otro Maracanazo

Por Ezequiel Fernández Moores | Para canchallena.com

SAN PABLO.- Alemania hace el tercero y la señal de la TV se corta. Roberto, que sigue el partido también por la radio y había avisado segundos antes los tres primeros goles, queda a cargo de la trasmisión. «¿Sabés por qué estuve siempre en contra del Mundial? Porque gastamos fortunas en estadios -me dice- y en los hospitales no hay ni para comprar jeringas».

No puede seguir su discurso. «¡Cuarto. Cuatro a cero!», avisa. Pedro, a su lado, guarda la bandera. «Esto es peor que 1950». «¡Cuatro a uno!», grita un joven en la puerta. «Ricardo -le exigen desesperados al dueño del bar- arregla esa tele». Error. Es cinco-cero. Me vine a ver el Mundial a Brasil y asisto al Maracanazo II por radio. Van 34 minutos.

Cuatro jóvenes que dejan el bar se cruzan con otros que llegan tarde. Para unos termina. Para otros empieza. «¿Cinco a cero?», exclaman apenas vuelve la tele. Lejos de sentir dolor, en la barra y mesas vecinas celebran la repetición de los goles en el entretiempo. «Uno.dos.tres.».

La pantalla de la Globo muestra a un niño desconsolado: «¡Cuántos años precisará para superar este trauma!», dice el periodista Galvao Bueno. «Eu sou brasileiro.», cantan riéndose en el bar. «¡No somos más el país del fútbol, somos el país del vóleibol!», grita Roberto, el de la radio, mientras «Flamengo», como le dice a los alemanes, por su camiseta suplente, sigue haciendo goles en el segundo tiempo. Sucede en Toca do Coelho, en Pinheiros, San Pablo, donde hoy juega Argentina. Roberto se para en medio de todos y grita: «¡Quiero saber ahora quién va a votar a Dilma!».

El jueves pasado, un día antes del triunfo ante Colombia y de la pérdida de Neymar, Belo Horizonte, pareció avisar que se venía el «Mineirazo». Tres mil quinientas toneladas de hierro y cemento cayeron sobre Pedro I, la avenida con nombre de emperador, una de las principales de la ciudad. Fue a treinta cuadras del estadio.

El desastre pudo haber sido mucho más grave. Diez de las treinta y dos selecciones del Mundial habían pasado por debajo de ese viaducto. La justicia prohibió la remoción inmediata de los escombros (hubo dos muertos y 22 heridos) y el micro de Brasil debió desviar su recorrido cuando llegó el lunes a Belo Horizonte. Mucha prensa, en general dura opositora al gobierno de Dilma Rousseff, habló de «desastre en una obra de la Copa».

Omitió decir que el viaducto era responsabilidad exclusiva de la alcaldía de Belo Horizonte, en manos de un político alineado con Eduardo Campos, rival de Dilma. El estado de Minas Gerais, además, es dominado desde hace años por Aecio Neves, principal adversario de la presidenta para las elecciones del 5 de octubre. La campaña electoral se abrió formalmente el domingo último. Será tema de tapa ahora que Alemania liquidó el sueño de la Copa.

Las revistas, antes críticas, se sumaron a la euforia. Habían abandonado el «No va tener Mundial» por el «Eu acredito», como abrió ayer mismo en tapa Epoca, revista de Globo. «¡Ahora, garra!», pidió Veja. También los políticos opositores advirtieron que el clima había cambiado. Dejaron de criticar al Mundial. Pasaron a acusar a Dilma Rousseff de estar usando políticamente la buena marcha del torneo.

La propia presidenta llegó a decir que Brasil, que todavía hace las cuentas desbordadas de este Mundial, buscaría organizar un nuevo Mundial en la década próxima. Y agregó que el domingo entregará la Copa al ganador, aún cuando vuelvan a insultarla como en la apertura y como lo hizo ayer durante treinta segundos un sector del Mineirao. Y como tal vez volverá a suceder en el Maracaná.

Más incómodo deberá estar Joseph Blatter. La FIFA debe explicarle a la policía brasileña por qué su empresa asociada revendía boletos. «Desenmacarar a la FIFA, el mayor legado del Mundial», se entusiasmó en su blog el colega Juca Kfouri. El gobierno de Rousseff ya había soltado la mano a Joao Havelange y a Ricardo Teixeira, los dos dirigentes más poderosos en la historia del deporte de Brasil. Ahora, en pleno Mundial, se la soltó a la FIFA, que quedó azorada cuando supo que uno de sus socios en el negocio tenía su teléfono sometido a escuchas y era enviado a prisión. Inédito en la historia de los Mundiales.

El Mundial había comenzado para Brasil con un gol en contra. Fue de Marcelo, que acaso sintió por minutos la leyenda de Barbosa, el arquero maldito del Mundial 50. El arquero que nunca lloró en público. El árbitro japonés Yuichi Nishimura salvó el desastre ante Croacia.

El segundo desastre, en el último segundo del duelo de octavos ante Chile, lo salvó el travesaño. Jugadores y pueblo que habían salido al campo como valientes soldados que le cantaban a la patria, dejaron esa tarde el Mineirao en medio de rezos y llantos. «Ey Julio César», gritó esa tarde el Coliseo, por el arquero ataja-penales.

La catarsis colectiva quedó lejos de tardes festivas, cuando el Mineirao le cantaba al candidato Neves, de pasado de playboy, que tomaba «mejor que la de Diego Maradona». Es que la selección de Luiz Felipe Scolari, sin elaboración de juego colectivo, no invitaba a reír.

El DT distrajo hablando de un supuesto boicot de la FIFA contra Brasil. Y de jugadores que precisaban más apoyo sicológico. ¿Y el fútbol? «Nosotros, que amamos a Brasil -graficó el historiador inglés Simon Schacra- sabemos que Brasil es el cielo y el infierno, y que no hay mucha cosa en el medio». Al partido siguiente, en cuartos, Brasil eliminó a Colombia, pero perdió a Neymar y a Thiago Silva, el capitán que dejó el Titanic. Ya no sólo era el medio. También el ataque y la defensa.

David Luiz, el nuevo capitán al que cualquier candidato hubiese puesto de vice, más popular que cualquier político, falla como novato en el primer gol de Thomas Muller que abre las puertas al desastre. «Brasil es una selección Sub 20», se queja Galvao Bueno.

Ronaldo, presidente del Comité Organizador Local (COL), comentarista de la Globo, queda callado. Miroslav Klose le quita la corona de máximo goleador de los Mundiales. Alemania hace recordar al 4-0 de Sudáfrica a la Argentina de Maradona. Al 7-1 global de Bayern Munich a Barcelona. Parece el Brasil del ’70 a velocidad de Siglo XXI. Es Alemania.

David Luiz, evangélico, reza apenas termina el partido. A Scolari, que le exigían más audacia, lo critican ahora porque eligió a Bernard para reemplazar a Neymar y no fortaleció más el mediocampo. ¡Qué fácil acomodar todo! Un columnista de Folha llegó a decir que Brasil, el pentacampeón mundial, debía jugar como Costa Rica.

Scolari siguió sin hablar de fútbol aún después de ganarle a Colombia. Pidió suspensión para Juan Zúñiga, el defensor que sacó del Mundial a Neymar, objeto de una campaña durísima en las redes sociales, que incluyeron insultos de «macaco» y hasta amenazas de violación a su pequeña hija.

El fútbol que alivia tensiones. El fútbol que las crea. Por la noche, tras la humillante caída ante Alemania, me cuentan que están quemando banderas brasileñas en Vila Madalena, a metros de donde escribo. Dicen que Getulio Vargas, presidente mítico de Brasil, amante del golf, se sintió sorprendido por la conmoción que provocó la derrota de Brasil ante Italia en el Mundial de Francia 1938. «Como si se tratase de una desgracia nacional», expresó.

Peor fue el Maracanazo de 1950, nuestro «Hiroshima», como dramatizó por radio Ary Barroso. Luego llegaron los triunfos. En Brasil, «el país del futuro», como sugiere la letra del himno tan cantado en estos días, el Maracanazo II, tan inesperado en las formas, se vivió sin aquel viejo dolor de 1950. Los tiempos son otros. El fútbol también cambió. «Y mañana -como canta Chico Buarque- será otro día».

Brasil vs Alemania: sin estrellas, con un equipo figura – La Nación

Nota escrita por el prestigioso periodista de La Nación ( ex El Gráfico ) Daniel Arcucci, en la edición electrónica del Diario La Nación del día 8 de Julio 2014, la jornada donde se decidirá el 1er. Finalista de la Copa del Mundo 2014.

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Brasil-Alemania: sin estrellas, con un equipo figura

Por Daniel Arcucci | canchallena.com

BELO HORIZONTE.- Con diferencia de apenas unos días, los dos celebraron, en esta misma Copa del Mundo , su partido N° 100 en Mundiales. Uno, metiéndoles cuatro goles a los portugueses. El otro, metiéndoles cuatro goles a los cameruneses. Ningún otro seleccionado ha jugado tantos partidos mundialistas como ellos. Juntos suman 8 títulos y, con esta que jugarán, 27 semifinales. Sin embargo, en esta competencia que los tiene como enormes protagonistas apenas se enfrentaron una vez y no una más: sólo en la final de Japón-Corea 2002 se pusieron cara a cara, Ronaldo contra Khan, pero más que ellos dos, historia contra historia. Y lo que podría haber sido un empate en copas para la vitrina fue dos de ventaja para los sudamericanos sobre los europeos.

Brasil y Alemania , de ellos se trata, claro, estarán hoy frente a frente por segunda vez y tan fuerte y conmovedor es lo que ha sucedido en los tiempos recientes que hasta parece desplazar lo sucedido hace tanto y durante tantos años.

Pesa tanto el presente como el pasado en un duelo donde los perfiles se han desdibujado. Y la notable ausencia de Neymar los desdibuja más aún.

¿Será el choque de un Brasil alemanizado contra una Alemania abrasileñada? Será, seguro, en enfrentamiento entre un equipo que ha perdido a su máxima figura y otro que hace que su máxima figura sea el equipo.

A Brasil le duele Neymar. Pero también lo anima y lo redefine. Cuando todavía no se había ido la conmoción -que, de hecho, no se ha ido aún- de los gritos de dolor del N° 10, de su dramática salida del campo en una camilla naranja que parecía trágica y del inimaginable y estremecedor «Fora del Mundial», ya se había instalado a modo de hashtag el #ganenporél. Una especie de grito de guerra emocional para sumar al constante estado de sobresalto y angustia, de entusiasmo y de trauma, de exaltación y de shock, con el que este equipo juega, o intenta hacerlo, rodeado de presiones y fantasmas. Y también de limitaciones.

Reemplazar a Neymar es imposible, como imposible sería reemplazar a Messi. Y es allí donde el Brasil de Felipao se redefine. O tal vez se define. En la última práctica en Teresópolis, en las afueras de Río, antes de volar hacia Belo Horizonte, probó con lo que sería la sustitución de Neymar. No un hombre (Willian, Bernard, Ramires), sino un sistema. Juntar en la mitad de la cancha a Luiz Gustavo con Paulinho y Fernandinho, más Oscar adelantado por la izquierda y Hulk por la derecha, dejando arriba al tanque -hasta aquí, sin pólvora ni bombas- Fred. La intención es que los laterales puedan proyectarse.

La gran figura de Brasil, quién lo hubiera dicho, ha pasado a ser un defensor, y encima es una figura más individual que nunca: David Luiz se ha quedado sin su socio en la zaga, el inestable capitán Thiago Silva,que cuando venía recuperando su imagen de caudillo se hizo amonestar tontamente contra Colombia, y en sus rulos está puesta la cabeza, y el corazón, de todo Brasil.

Enfrente habrá un equipo. Que, no por casualidad, intenta jugar de una determinada manera, con la pelota al ras del césped, con delanteros a los que cuesta ubicar, con mediocampistas que llegan con naturalidad al arco contrario, con defensores que van y, también, con viejas fórmulas como el cabezazo cuando es necesario.

Brilló como pocos en este Mundial -contra Portugal, el día del 4-0 en Salvador- y sufrió como muchos -contra Argelia, en el angustiante pase a cuartos de final-, pero en el balance parece ser el que más claras tiene las cosas. Neuer fue invencible en el arco cuando se lo necesitó y Thomas Müller facturó del otro lado, con el respaldo aéreo de Hummels cuando hizo falta.

Favorito en las apuestas y seguramente en el inconsciente colectivo brasileño, el equipo alemán atacará con todo en un Mineirao que ya supo de fantasmas: a Müller lo acompañará Ozil y también Klose, que buscará ganarle algo más a Brasil: si hace un gol, superará a Ronaldo como máximo artillero de los Mundiales.

Hace unos días, en su Twitter, a Lukas Podolski casi no le alcanzan los 140 caracteres para expresar la alegría que sentía por estar viviendo un Mundial en Brasil, por su clima, por su gente?

Los futbolistas brasileños, en cambio, parecen padecer el Mundial en su propia casa, por las presiones, por las tragedias, por los fantasmas. Como si las camisetas se hubieran cambiado, dos grandes salen a la cancha. Allí estará la verdad.

Semifinales entre Selecciones con mucha historia mundialista

Para la FIFA y para la CBF las semifinales no podrían ser mejores.
Dos potencias sudamericanas enfrentan a dos potencias europeas.
Entre los cuatro equipos suman diez Copas del Mundo y varias Finales jugadas.
Alemania, Holanda, y Argentina especialmente, aportan una muy buena cantidad de hinchas de sus selecciones, lo que proporcionará un muy buen marco y colorido a las tribunas y a las Fan Fest de las sedes, junto a la presencia de los torcedores locales.

Todas las selecciones tienen suficientes antecedentes como para no sentirse presionadas por participar de una instancia de Semifinal de Copa del Mundo. Pero aún con tanta experiencia previa, Brasil cargará con una presión muy grande, por ser el equipo local y por ser el máximo ganador de Copas.

Un país entero, con 200 millones de habitantes con «mundialitis aguda», espera ver a su Selección ganar su 6to. título del Mundo en su propia casa, para disfrutar con orgullo del triunfo y porque necesita borrar el recuerdo de la derrota en la Final de la Copa Mundial 1950, en la que también había sido el país anfitrión.

Aún duele la frustación pasada hace 64 anhos, vivida en carne propia por muchos brasilenhos ya mayores. Ese fracaso está muy presente en los medios, condicionando las expectativas del público local y metiendo mucha presión a los jugadores.

Hoy en San Pablo, según los comentarios de mis «corresponsales»( estoy alojado en esa ciudad, en casa de mi primo Eduardo ) se respira confianza, pese a la baja de Neymar. Será inconsciencia ?
Yo creo que Scolari está ante un desafío muy difícil, y pone un juego parte de su prestigio si las cosas no salen bien. En los amistosos de preparación previa al Mundial, nunca practicó un Plan «B» por si Neymar tenía algún contratiempo, así que el equipo tendrá que improvisar una situación inédita en una instancia crucial.

Por otra parte, yo ya venía pensando desde el inicio de la Copa, que Felipao podría haber convocado a Ronaldinho o a Kaka entre los 23 seleccionados, por antecedentes, jerarquía, y actualidad; al menos Ronaldinho. Luego de los flojos primeros partidos del equipo, reafirmé mi opinión.
A mi manera de ver las cosas, esos dos monstruos del futbol mundial debían haber estado en el equipo. Con un ojo tapado y con una pierna enyesada, aunque jugaran tan solo media hora por partido, probablemente aportarían en ataque mucho más de lo que lo han hecho hasta ahora los companheros de ofensiva del joven crack lesionado. Estos jugadores se encuentran frente a un desafío muy grande, y por el momento no parece que hubieran estado a la altura de las circunstancias. Ahora tendrán la chance de demostrar su capacidad y recompensar la confianza que les tuvo Scolari, especialmente Fred.

Yo pienso que Brasil tendrá un partido muy difícil contra la selección alemana, que para mí es la que mejor llega a instancias finales de la Copa. El equipo germano cuenta con todas sus figuras en condiciones, que son varias. Para mí tiene el plantel más completo, parejo y de categoría, y no se ha desgastado mucho físicamente.
Aunque he votado por Brasil para llegar a la Final, en mi interior yo creo que la que va a pasar es Alemania. Lo de Brasil, es más una expresión de deseos que un análisis serio de mi parte.

El único seleccionado que no ha salido Campeón hasta ahora es Holanda, que ya tiene tres Finales jugadas y perdidas, habiendo sido derrotada justamente por Alemania en 1974 y por Argentina en 1978, en los gloriosos tiempos de Johan Cryuff. Su último subcampeonato fue en el Mundial pasado frente a Espanha, con la misma base del plantel actual.
El conjunto holandés llega con mucho hambre de gloria, con un equipo ya consolidado, con tres grandes estrellas y con un técnico muy capaz. Es un equipo para respetar, y tiene los recursos para poder alzarse con una victoria en Semifinales contra Argentina.

La que tendrá que jugar su propio partido, gambetear su rol de Reina de Holanda para dejar que brote su corazón argentino, es Máxima. Ella es nuestro mayor vínculo con Holanda, y se verá envuelta en una situación protocolar complicada. Ya tiene experiencia con las Leonas en Hockey, pero el partido del miércoles será todo un desafío para ella. Seguramente pondrá cara de poker, pero dentro suyo gritará nuestros goles, si los hubiera. Ojalá que se tenga que encontrar en esa situación !!!!

Nuestro seleccionado se ganó de buena manera el respeto de los demás, pero al igual que Brasil que jugará sin Neymar, tendrá el desafío de hacer olvidar la ausencia de Demaría, una de sus mejores figuras durante el torneo. Si Agüero estuviera en condiciones de jugar, sería más fácil el recambio, pero parece que no será parte de los 11 titulares el día miércoles.

De Messi y sus companheros se puede esperar mucho, ya que es un seleccionado con un gran potencial. Viene creciendo como equipo, y le vino muy bien la recuperación del nivel de Higuain y su retorno al gol. Enfrente tendrá un rival complicado, que no se va a achicar de la mano de un líder pujante como Robben. Será un partido para sufrir y gozar.

Ya ha empezado un nuevo día, por lo tanto hoy empezaremos a disfrutar la primera de dos apasionantes Semifinales, que pondrán muchas expectativas en juego en todo el planeta futbol. Espero que no defrauden el interés de tantas millones de personas, y que podamos disfrutar de la emoción de volver a ver a nuestra selección clasificada para una Final, después de 24 anhos de sequía.

Vamos Argentina !!!!!!!!

La diferencia fue el convencimiento – La Nación

La Nación – edición Electrónica – 5 de Julio 2014

canchallena.com > Columnistas > Juan Pablo Varsky > Mundial Brasil 2014

La diferencia fue el convencimiento

Por Juan Pablo Varsky | Para canchallena.com

RIO DE JANEIRO.- La actitud está por encima de cualquier sistema táctico, dice Carlos Bianchi. Tiene razón. A igual determinación, influyen los jugadores, la táctica, la estrategia y los detalles. Cuando se nota una diferencia en el intangible, todo el resto queda detrás. Confiado y sin esa necesaria tensión competitiva, Colombia entró en el partido a ver qué pasaba. Con rabia acumulada, Brasil olió sangre desde el primer minuto y salió a comérselo crudo. David Luiz trababa con Teo y con Zapata en la misma jugada. Neymar recuperaba una bola en propio campo. El equipo ganaba casi todas las divididas. Hasta Fred se movía y complicaba a Yepes.

El primer gol retrata la diferencia de compromiso. Carlos Sánchez debía marcar a Thiago Silva y se durmió una siesta. El capitán brasileño se anticipó y aprovechó la distracción. Un gol de Copa Confederaciones 2013, antes de los diez minutos, ideal para convencerse de su proyecto.»El campeón volvió», gritaba la gente en el Castelão de Fortaleza. Colombia sintió el golpe y no reaccionó durante toda la etapa inicial.

Ospina evitó una diferencia mayor. Brasil le tapó receptores, le quitó salida limpia desde el fondo, le cortó circuitos de juego y lo obligó a revolear la pelota. Aisló a James y a Cuadrado, que en la primera mitad dieron, sumados, menos pases que Fernandinho, más activo que en el match ante Chile. No se conformó con neutralizarlo. Fue para adelante y puso seis jugadores dentro del área rival. Maicon marcó y se proyectó mejor que Dani Alves en el lateral derecho. Único mediocampista central, Fernandinho estuvo pendiente del 10 colombiano. Delante de él, Óscar, Paulinho y Hulk le dieron consistencia a ese sector de la cancha del que Brasil había prescindido contra los chilenos. Tuvo mediocampo. Óscar se destacó en el primer pase, Paulinho en la llegada y Hulk en el remate.

En el retroceso defensivo, se armó la línea de cuatro para no dejar expuesto al bloque del fondo. Neymar libre y Fred de referencia compartieron el frente de ataque. Brasil ejecutó su plan al filo del reglamento. Raspó, metió y pegó. El árbitro español Velasco Carballo sólo se limitó a pitar las faltas. Las que eran y las no que no eran. Cobró todo, pero no usó las tarjetas para limitar ni la violencia ni la reiteración. Mostró la primera amarilla enla infracción número 41.Minuto 64. Thiago Silva no dejó sacar a Ospina y se pierde la semifinal ante Alemania. Su estilo de conducción ayudó a la desnaturalización del juego tras el 2-1. Desde ahí, sólo hubo patadas. La planilla registró 54 faltas. No figura la más dura de todas.Con un rodillazo, Zúñiga sacó del partido y de la Copa a Neymar. El español no la cobró. Aplicó ley de ventaja y no mostró tarjeta al lateral.

Scolari armó Murciélago Tactics al final con línea de cinco y Henrique de tercer central. Los dos titulares habían dejado su sello en el marcador. David Luiz con tributo a la «folha seca», esa manera de patear tiros libres tan brasileña como la caipirinha. Colombia nunca se convenció de que podía dar el golpe histórico. Yepes se fue a jugar de 9 y Ospina a buscar un centro, pero ya era tarde. Brasil no brilló, pero, más importante, no dejó brillar a su rival y ganó bien.La imagen del final, con David Luiz, Marcelo y Alves consolando a James, nos vino ideal para recordarnos por qué, a pesar de partidos feos y ásperos como losde ayer, nos gusta tanto el fútbol.

Cómo llegaron y qué tienen – La Nación

lanacion.com| Deportiva| Mundial Brasil 2014

Jueves 03 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Los cuartos de final

Cómo llegaron y qué tienen para alcanzar el título

Por Claudio Mauri | LA NACION

ALEMANIA – FRANCIA
(Viernes, 13hs, Río de Janeiro)
En un Mundial que hizo padecer y mandó de vuelta a varios seleccionados europeos, Alemania y Francia reivindican el poderío futbolístico del Viejo Continente. Siguen adelante y van por lo que hasta ahora fue un imposible: que un representante de Europa sea campeón en suelo americano.

Alemania no es campeón desde 1990, pero navega a una velocidad crucero envidiable: por 16» vez consecutiva estará en los cuartos de final. Si se habla de los ocho mejores, ahí está Alemania. Pero lógicamente no se conforma con lo conseguido.

A Francia nadie lo ponía en el primer lote de los favoritos, pero hasta aquí hizo una campaña para tenerlo en cuenta. Después de los escándalos de 2010, con eliminación en primera rueda incluida, el equipo volvió a la senda futbolística y la seriedad que impuso el técnico Deschamps.

Francia combina equilibradamente el poderío atlético de varios (Sakho, Matuidi -en una fuerte entrada le provocó fractura de tibia y peroné al nigeriano Onazi-, Pogba, Cabaye) con el talento de Benzema y la gambeta de dos livianitos como Valbuena y Griezmann. Sustentado en Lloris, uno de los tantos muy buenos arqueros del Mundial, Francia sólo recibió dos goles en cuatro partidos.

Una buena prueba para esta Alemania alejada de la vieja mecánica y con más apego por pelota. Más creativa con Ozil, Müller, Götze, Kroos, Schweinsteiger y Lahm, pero más vulnerable en defensa, especialmente en los partidos que le faltó el zaguero central Hummels. Para el recuerdo quedará lo hecho ante Argelia por el arquero Neuer, que en muchos momentos jugó de líbero fuera del área.

BRASIL – COLOMBIA
(mañana, a las 17, FORTALEZA)
Choque de opuestos en este duelo sudamericano. Mientras Brasil sufre el Mundial, Colombia lo disfruta. Por cada tonelada de presión que siente el equipo de Scolari, el de Pekerman carga unos pocos gramos.

Enredado en la ansiedad, los nervios y encomendado a jugadores que no están dando la talla, Brasil estuvo a cinco centímetros de quedar eliminado (tiro del chileno Pinilla en el travesaño en el último minuto del suplementario en el partido de octavos de final).

No hubo conmoción nacional, pero el susto dura. Tanto, que la situación de Brasil trascendió lo futbolístico y es materia de la psicología, con varias profesionales convocadas por Scolari para trabajar sobre la mente de los jugadores.

El miedo al fracaso paraliza aún más a un equipo que, en situación normal, no sobrepasa el calificativo de discreto, y que manifiesta una fuerte dependencia de Neymar. La figura terminó muy golpeada contra Chile y al parte médico se lo espera con la expectativa de alguien que está en terapia intensiva. El delantero de Barça llevó ayer algo de tranquilidad a millones de hinchas brasileños.

La realidad de Colombia es otra. Si hasta aquí no es el mejor equipo del Mundial, está muy cerca de serlo. Póquer de triunfos, tiene al goleador y revelación (James Rodríguez, con 5), está firme en defensa, cuida y hace circular la pelota como el viejo Brasil.

En este contexto, el histórico favoritismo de Brasil se achica y Colombia tiene derecho a ilusionarse con una campaña histórica.

ARGENTINA – BÉLGICA
(SÁBADO, a las 13, BRASILIA)
El envión con el que llega la Argentina es más fuerte por los resultados que por el juego. El equipo de Sabella se instaló en una onda ganadora, no sin una dosis de sufrimiento. En cualquier circunstancia, la confianza del plantel está fortalecida.

La impresión es que Bélgica será el rival más fuerte de todos cuanto enfrentó. Al menos es el que amenaza con comprometerlo más porque dispone de interesantes recursos ofensivos, y es sabido que el punto flojo de la Argentina es la defensa.

Pero nuestro seleccionado también está esperando que algún rival dé un paso al frente, no se embosque tanto en su campo, para así encontrar los espacios para desplegar lo que más le conviene: el contraataque. Nuestro seleccionado no tendrá al suspendido Rojo, una ausencia que nadie hubiera lamentado antes del Mundial, pero que tras estos cuatro partidos se puede llegar a sentir por todo lo que transmitió con su empuje y coraje.

En este Mundial es normal toparse contra grandes arqueros, y la Argentina tendrá enfrente a uno que da un aspecto de muralla: Thibaut Courtois, que sólo recibió dos goles en 390 minutos. Tanto como a la formación inicial habrá que estar atento a los cambios que durante el encuentro irá haciendo el técnico Wilmots, que ganó tres de los cuatro cotejos con futbolistas que ingresaron desde el banco (Fellaini, Mertens, Origi y Lukaku). El choque también es un opuesto de generaciones: mientras la Argentina tiene el promedio de edad más alto del Mundial (28,336 años), el de Bélgica es el más bajo (25,241).

HOLANDA – COSTA RICA
(SÁBADO, a las 17, SALVADOR)
La historia de Holanda en los mundiales es conocida: se hizo querer más por el juego que por los resultados. Quien más quien menos, hay coincidencia en que el fútbol le debe una Copa del Mundo a la Orange. Aquí, no seduce tanto por su fútbol, pero sí se está haciendo respetar por su capacidad para trabajar cada partido y terminar haciéndolo suyo. Cuatro triunfos, en tres de los cuales revirtió una desventaja, el último, con tono épico y dos goles a México en los dos minutos finales. Eso habla de un equipo con personalidad.

Van Gaal parte de un esquema madre 5-3-2, con marcada tendencia al contraataque, y luego va haciendo las correcciones que reclama el partido. Van Persie empezó con todo y luego se apagó un poco. Robben, su figura, sigue encendido.

Enfrente estará la gran sorpresa del Mundial, Costa Rica, líder en el Grupo de la Muerte, con victorias sobre dos campeones mundiales (Uruguay e Italia). En los octavos de final también demostró que sabe sufrir y apechugar al jugar casi una hora con un futbolista menos ante Grecia.

Como Holanda, su dibujo táctico es un 5-3-2, con líneas muy coordinadas, continuos apoyos y una ordenada cobertura de los espacios. Es difícil sorprender a Costa Rica distraída. Dentro del sentido colectivo que tiene su juego, las figuras están en los extremos de la formación: el arquero Navas, héroe al atajar el penal de la clasificación contra Grecia, y el delantero Campbell, hábil con la pelota y rápido para enfocar al arco. Costa Rica ya superó su mejor actuación histórica (8os de final en 1990).

El respeto no es ajeno a la rivalidad

A medida que la Copa avanza, la sensación que se tiene acá en Brasil es que si el equipo local y la Argentina siguieran avanzando, las relaciones entre los hinchas argentinos y los torcedores brasilenhos seguirían empeorando.

Una potencial Final entre Brasil y Argentina sería el broche de oro futbolístico del torneo, especialmente desde la óptica sudamericana.
También podría ser un dolor de cabeza para la Fifa y los organizadores, que deberían esmerarse para no correr el riesgo de que se encienda alguna mecha y estalle una bomba que debilitara el espíritu de confraternidad mundialista, y destruya lazos de hermandad.

Está claro y es obvio que brasilenhos y argentinos queremos ganar la Copa del Mundo, pero si fuera frente al clásico rival sudamericano tendría para ellos y nosotros un sabor más atractivo.

Esa situación de victoria frente al «enemigo» probablemente vendría acompanhada de pesadas cargadas, que serían disfrutadas por los más fanáticos y menos empáticos de los ganadores, y que seguramente resultarían intolerables para los fanáticos más agresivos de los perdedores.
Esa coctel explosivo se vería potenciado por el alto consumo de bebidas alcohólicas que seguramente se beberán en la fiesta de la Final en el Maracaná y en las calles brasilenhas.

El hit del momento que cantamos los argentinos dedicado a Brasil, y que nos conmueve y nos hace disfrutar, muestra nuestra hilacha futbolera. No bien terminó el partido con Suiza, a la salida de la Fan Fest de San Pablo hubo un festejo alocado de argentinos durante aproximadamente una hora.
Fue un espectáculo maravilloso y valió la pena participar de él, pero enseguida surgió nuestro gen «gastador». Apenas empezó el festejo, los líderes de la movida derivaron los cánticos hacia el «Brasil, decime que se siente tener en casa a tu papá….» que resulta muy provocador. En esa circunstancia no resultó agresivo, pero no podría asegurarlo si se diera el caso de que Argentina saliera Campeón.

Esperemos que la sangre no llegue al río en el caso de que lleguemos a una Final entre Brasil y Argentina, y se imponga aunque sea un mínimo respeto al equipo y país perdedor, cualquiera sea.

Mis mejores deseos de que se llegue a jugar la Final entre dos potencias sudamericanas, y que sea una fiesta del futbol y un ejemplo de tolerancia y respeto.
Es difícil, pero no imposible de que se pueda lograr. Se necesita la buena actitud hacia el público rival, y el deseo de no fogonear potenciales peleas.

Más allá del futbol somos países hermanos, vecinos y socios estratégicos, y hermanos en la fe cristiana. Muchos brasilenhos viven en nuestro país y viceversa.

En mi caso personal, tengo familiares directos muy cercanos viviendo hace muchísimos anhos en Brasil. Ojalá que no sufran las consecuencias de un potencial y latente conflicto que se palpa a esta altura del campeonato, con los dos equipos instalados en los Cuartos de Final.

Yo mientras pueda haré campanha por la confraternidad y la buena onda con los habitantes de un país maravilloso. Por eso ando siempre dando vueltas con mis camisetas de disenho «exclusivo», con los colores de los dos países, Brasil y Argentina.

Me gustaría que hinchas y torcedores tuvieran una actitud respetuosa y pudieran medir su nivel de agresión en los cánticos y en los comportamientos antes, durante y después de una potencial Final.

Viva el Futbol !!!! Viva la Paz entre las hinchadas !!!!

El posible “Castelazo”

La herida surgió profunda, cuando se deseaba ser “alguien” en el mundo del futbol, y se había organizado una Copa del Mundo para celebrar el crecimiento del país y posicionar a su Selección de Futbol en un sitial de honor que enorgulleciera a sus fanáticos torcedores.

Algo falló en el camino, y el Mundial 1950 jugado en Brasil es recordado, al menos en páginas escritas no brasileñas y especialmente uruguayas, por el término “Maracanazo”, y no de la forma en que los brasileños hubieran querido honrar a su mítico y fantástico estadio construido para jugar esa Copa del Mundo.

Era la primera en celebrarse después de doce años, plazo de espera impuesto por la dura realidad de una cruel y dolorosa guerra iniciada en Europa y que luego tuvo alcance mundial.

El “Maracanazo” fue en su momento una afrenta al orgullo de los brasileños, y la herida ya alcanzó a tres generaciones y aún sigue abierta y dolorosa, o al menos viva, en el espíritu de los torcedores brasileños. Su gran desafío en esta Copa es cerrar una vieja herida, que ensombrece a la Selección multicampeona.

Los bravos jugadores uruguayos del Mundial 1950 liderados por su aguerrido capitán Obdulio Varela, supieron revivir en esa Copa la enorme gloria futbolera previa de su pequeña nación. El Seleccionado de Uruguay había sido Campeón Olímpico en 1924 y 1928, y luego se había consagrado como el primer Campeón Mundial en 1930 !!!!. Semejante proeza para el recuerdo, fue lograda como local en el Estadio Centenario en un match Final frente a Argentina, su clásico rival rioplatense, que terminó 4 a 2.

A los gloriosos jugadores uruguayos del Mundial 1950 no les importó la presión de muchísimos más de 100.000 torcedores fanáticos brasileños para lograr su segunda Copa del Mundo, la primera fuera de su país.

El mítico Alcides Ghiggia, el único sobreviviente de ese equipo que hizo historia en Brasil, fue el autor del segundo gol uruguayo que le dio la victoria 2 a 1 en los últimos minutos del partido. El pequeño ( por envergadura física ) delantero uruguayo fue la persona que generó que el enorme estadio Maracaná quedara enmudecido.

Con el triunfo de Uruguay sobre Italia, en lo que era un duelo de eliminación directa entre dos ex campeones en el 3er. partido de Fase del “Grupo de la muerte” integrado por otro ex campeón de 1 Copa como Inglaterra, los charrúas no solo dejaron afuera a un gallardo Campeón de 3 Copas, sino que sigue soñando con sumarse al exclusivo Club de Campeones de 3 Copas.

De acuerdo al Fixture de la Copa, los uruguayos tendrían que superar una gran prueba de fuego en Cuartos de Final si pasaran una Ronda de Octavos que se presenta potencialmente a su alcance, por su presente y por su historia.

Uruguay podrá aspirar al honor de ser Campeón por 3era. vez teniendo que enfrentar posiblemente el partido más llamativo, más atractivo y de mayor “drama” en los papeles además de la Final, para llegar a la gran consagración.

Por la posibilidad de que se dispute este clásico y el atractivo que tendría para el torneo, fui capaz de modificar mi pronóstico para elegir a Uruguay como el 2do. del “Grupo de la muerte”, luego de haber elegido a Italia en primera instancia.

El cambio lo hice más que nada por una expresión de deseos, cuando me di cuenta que se podía llegar a jugar la revancha del “Maracanazo” si se dieran algunos resultados factibles, pero no seguros.

Todavía faltan jugar los respectivos partidos de Cuartos de Final, pero estamos a tan sólo una Serie para que se llegue a una instancia increíble, propia de un guión cinematográfico.

El torneo merece el interés y dramatismo deportivo que este potencial enfrentamiento podría generar. Brasil y Uruguay se podrían volver a enfrentar en un partido de gran trascendencia a 64 años de aquel lejano y mítico partido Final del Mundial 1950.

Mi cambio de pronóstico fue una decisión emocional, de esperanza rioplatense y de periodista, como si con mi deseo pudiera ser un guionista para llevar un enfrentamiento eliminatorio de Cuartos de Final a un climax difícil de superar.

Los uruguayos no tienen nada que perder y muchísimo para ganar. Si perdieran, lo harían frente al equipo local, la selección más exitosa de la historia, o sea algo más que honroso. Si por su habilidad y/o suerte pudieran ganar, pasarían a ocupar un glorioso sitial en la historia futbolística de su país.

Eso sucedería aunque luego quedaran afuera del torneo en Semifinales o perdieran la Final. Se podrán jugar enteros a ganar su lugar en la historia, y su estirpe futbolera ya ha demostrado en varias ocasiones su garra, su fuerza, su valentía, su buen orgullo y entereza muchas veces incluso por encima de su nivel futbolístico, para lograr grandes resultados.

Con el enorme mérito de ser un país muy chico, del tamaño de un estado brasileño o una provincia argentina, por compararlos con sus dos vecinos con los que comparten la gloria futbolística del continente y que son sus grandes rivales históricos.

La situación de Brasil es bien distinta. No se puede permitir caer derrotado por los uruguayos en un “Castelazo” en el potencial partido de Cuartos de Final que se jugaría en el estadio Castelao de Fortaleza el Viernes 4 de Julio.

No solo perdería la posibilidad de salir Campeón en el segundo intento de serlo al organizar un Mundial con el fin de consagrarse como meta. El peso de la historia caería sobre el orgullo futbolístico del país, y nuevamente sobre un grupo de jugadores que quedarían en la “lista negra” o al menos en el olvido, como efectivamente sucedió con los miembros del equipo del Mundial 1950.

Me refiero especialmente y en particular a su arquero Barboza. Hace unos días estuve viendo un documental de ESPN que se refería a ese asunto tan triste de abandono por desilusión y pérdida de sueños triunfalistas. Desde acá hago llegar virtualmente mi comprensión y apoyo a sus seres queridos que lo sobrevivieron, y a los de sus compañeros de equipo.

Una hipotética derrota frente a Uruguay en la revancha del “Maracanazo”, sería una segunda derrota histórica que colocaría a la Selección Brasileña en carácter de “hija” de la uruguaya, aunque tenga 5 Copas del Mundo ya ganadas y record positivo entre enfrentamientos entre sí.

Nada podría borrar tal afrenta, tal deshonor deportivo, tal golpe letal al orgullo futbolero del pueblo brasileño. Yo vivo la situación un poco morbosamente, debo reconocerlo, aunque disfrute del futbol brasileño.

Quisiera saber si Neymar, un gran conductor del equipo hasta acá, y sus compañeros que aún no han brillado, serán capaz de torcer una historia en la que tienen más para perder, que para ganar.
La mesa ya casi está servida para consumir un clásico sudamericano con sabor a drama y a quedar como menú de lujo en la historia futbolística de los mundiales.

Por un motivo o por otro, la fecha del Viernes 4 de Julio reflejaría un día histórico para la historia de los mundiales en caso de concretarse el enfrentamiento Brasil vs Uruguay, en un potencial “Castelazo”, como revancha y alusión directa del famoso y muy recordado “Maracanazo”.

Yo ya sueño y disfruto anticipadamente de este posible enfrentamiento histórico, que será posible de concretar, si ambas selecciones fueran capaces de pasar sus previos compromisos de Octavos de Final frente a Chile y a Colombia.

En unos pocos días más lo sabremos. ¿ Aguantaremos la expectativa sin ansiedad ? En lo personal, a mí me cuesta mucho.

Sería feliz teniendo que contar mis vivencias de esa jornada histórica. Sueño desde hace un tiempo con esa posibilidad, y fui capaz de cambiar mis pronósticos con tal de “ayudar” a que suceda.

Ya veremos si el sueño se hace realidad.

Evaluación del primer filtro y expectativas futuras

Ayer Jueves 26 quedaron definidos los 16 equipos que seguirán en la Copa por un partido más al menos. Otros 16 ya quedaron formalmente fuera de competencia y ya empezaron a armar sus valijas y a analizar lo bueno y especialmente lo malo que hicieron para no haber clasificado a la fase siguiente.

En esta nota entraré en un terreno totalmente subjetivo, en donde mi análisis y opinión es tan válida como la de cualquiera con ganas de opinar. En la etapa de Fase de Grupos en mis Pronósticos he acertado en la elección de10 equipos entre 16 posibles, para participar en Octavos. Como podrán ver, estoy lejos de ser un gurú o el pulpo alemán. Tomen mis opiniones con pinzas.

Mi sensación es que no se han producido grandes injusticias, y las sorpresas no quieren decir que no hayan tenido motivos reales para producirse.

España, Inglaterra e Italia fueron las mayores decepciones entre los que llegaron con “chapa” de poder perfilarse entre los mejores, y no pasaron el primer corte. Decididamente esas potencias futbolísticas defraudaron las expectativas de sus fanáticos, que esperaban mucho más y no soñaban que sus equipos se irían tan rápido de la Copa, sin dejar nada positivo en su paso por Brasil.

Italia es el único que se vuelve con una pequeña compensación. Jugó un muy buen partido frente a un potencial candidato mío como era Inglaterra, pero luego no pudo o no supo confirmar esa primera buena actuación.

De Portugal no esperaba mucho, pero era motivo de interés mío y de varios fanáticos saber que iba a pasar con Cristiano Ronaldo, por la rivalidad con Messi para definir al actual Mejor Jugador del Mundo. Los argentinos no simpatizamos nada con él aunque sabemos que es un gran jugador de elite, y creo que deben ser muchos los que, como yo, sentimos una cierta satisfacción de que se quedara afuera tan rápido.

Los brasileños, como no quieren posicionar a Messi como el actual Mejor Jugador del Mundo, lo presentaban a CR en esa posición, seguramente agarrados al reconocimiento del Balón de Oro que se le entregó al portugués. Su única esperanza ahora es que Neymar juegue una maravillosa Copa, lo cual es posible.

Lamento la partida de Ecuador, que quedó prematuramente en mala situación con un gol sobre la hora de Suiza cuando estaba con chances de ganar y terminó perdiendo en su primer y decisivo partido del grupo.

Por cierta simpatía por el futbol africano también lamenté que Costa de Marfil, Ghana y Camerún quedaran marginados tan rápido. No voy a lamentar dejar de ver a los demás equipos eliminados, que fueron Australia ( evidenció mejorías ), Croacia, Japón, Honduras, Bosnia, Irán, Corea y Rusia.

Paso a dedicarme a los que siguen en carrera, los 16 aspirantes al título de Campeón del Mundo.

Para mí las sorpresas positivas por pasar el primer filtro, pero que no entrar en mi rango de candidatos a ganar la Copa, al menos por ahora, son Grecia, Argelia y Costa Rica. La sorpresa más grande fue esta última selección, ya que era el único equipo que no se tenía en cuenta en el “grupo de la muerte”, y clasificó primera con una fecha de anticipación, luego de derrotar a dos ex campeones mundiales cuyos equipos siempre muestran garra y personalidad. Fue muy meritorio, y habrá que darle crédito en sus posibilidades de seguir avanzando.

Para el espectáculo fue muy atractivo ver festejar a éstos tres modestos equipos, sin gran historia futbolera al menos hasta ahora, y a sus fieles seguidores que llegaron a Brasil para alentarlos. Me gustó mucho el festejo de ayer de los hinchas de Argelia, ya que le dio una gran nota de colorido a la ocasión.

Un escalón más arriba por ser menos sorprendente, posiciono a varias selecciones, que uno a priori podía considerar como probables equipos que accedieran a la Ronda de Octavos. Esos equipos son Mexico, Chile, Colombia, Suiza, Nigeria, EEUU y Bélgica. De acuerdo al nivel mostrado hasta ahora, todos ellos podrían tener chances de pasar una ronda más y llegar a Cuartos, y no se debiera descartar que algunos pudieran seguir avanzando.

Ahora si ya entro a analizar a mis posibles candidatos a llegar al menos a Semifinales. De los diez equipos más poderosos a priori, seis quedaron en carrera: Brasil, Uruguay, Alemania y Francia llegan por la parte superior del cuadro, mientras que tan sólo Holanda y Argentina son favoritos por la parte inferior del fixture, lo cual les podría hacer recorrer un camino con menos obstáculos de alta exigencia.

Empiezo por Brasil el candidato natural original, por ser el mayor ganador de la historia de los mundiales, cuna de grandes cracks a través de los tiempos y por ser el equipo anfitrión del torneo, por si fueran pocos los otros argumentos.

La Selección “verdeamarela” ya tenía una enorme presión para no defraudar a su pueblo y cumplir el mandato histórico que la obliga a tan sólo 1 resultado que le permitiría entrar en el recuerdo futbolístico de los torcedores de su país y dejar a millones de brasileños contentos: salir Campeones de la Copa del Mundo.

Antes de empezar el Mundial los jugadores de la selección probablemente ya habían percibido que sus fanáticos no destilaban optimismo y no confiaban a ciegas en su equipo, y posiblemente esa percepción de los torcedores se haya acrecentado luego del empate en cero con un difícil rival americano como Mexico.

Los hinchas de las selecciones latinoamericanas en su mayoría, especialmente las grandes, probablemente prefieran enfrentarse con selecciones de otros continentes antes que con sus vecinos, tradicionales rivales zonales.

Brasil tendrá dos rondas más de rivales de su continente: primero Chile, y luego Uruguay o Colombia. No va a ser fácil atravesarlas, y enfrentar a Alemania o Francia potencialmente en Semifinal y luego en una hipotética Final a Holanda o Argentina. Pronóstico reservado para el scratch brasileño. Es posible que este equipo poco lucido tenga dificultades y no llegue a lograr su único objetivo.

Uruguay tendrá el enorme desafío y la gran oportunidad de hacer nuevamente historia si derrotara a Brasil en Cuartos. Sin Suárez y aún sin Forlán en forma y en ritmo de competencia, el panorama es difícil pero no imposible para un seleccionado habituado a grandes hazañas. A partir de ahí es difícil que pueda seguir avanzando, ya que probablemente llegará herido y se tendrá que enfrentar con equipos muy veloces de mitad de campo en adelante, y eso podría ser fatal para sus aspiraciones. Mi impresión es que difícilmente pase de una Semifinal.

Alemania es uno de mis grandes candidatos, por historia, por presente y porque tiene un plantel con una gran columna vertebral formada por jugadores guerreros, atléticos, talentosos, veloces y con gran capacidad de gol. Creo que pueden dejar afuera a Brasil si llegara a producirse una Semifinal entre ellos, y le pueden ganar a cualquier equipo en la Final. Pongo muchas fichas en el elenco germano.

Francia está haciendo un sólido Mundial sin la presencia de Ribery, lo cual lo hace más meritorio aún. Tiene un gran potencial, y se ha encargado de hacer muchos goles aún cuando su goleador Benzema erra muchos más goles de los que concreta, y así y todo ya hizo varios. Respeto al conjunto galo, pero no lo veo derrotando a los alemanes en un potencial cruce de Cuartos, y no entra en mi apreciación de favoritos.

Considero en esa categoría a Holanda, un equipo con figuras ofensivas como Robben, Van Percie y Snajder y un técnico experimentado com Van Gaal. Ya mostró que llegó con hambre de gloria y sed de venganza. Destruyó impiadosamente a una decaída España en el primer partido donde Van Percie hizo a mi gusto uno de los goles más lindos del Mundial, zambulléndose de palomita y cabeceando con exactitud para derrotar a Casillas. Rival temible, a respetar muchísimo. Puede lograr su primera Copa del Mundo en Brasil.

¿ Qué decir de mi seleccionado, hablando en forma objetiva ? No es fácil. En mis pronósticos elegí a Argentina como Campeón más como expresión de deseos y crédito al potencial del equipo, que a su realidad futbolística antes de comenzar el torneo. Aún su potencial fue mostrado en forma latente, y no ha explotado.

Luego de tres partidos sigo con muchas dudas y mi confianza es mesurada. No agrego nada si afirmo que tiene un gran poder ofensivo, que aún no se encuentra equilibrado en el resto del equipo.

Su líder Messi es capaz de frotar la lámpara en cualquier momento, pero también de dormir la siesta o jugar con cierta apatía. Inspira confianza que haya recuperado el gol y vaya tomando confianza. Podría ser letal, pero es muy difícil estar convencido de que pueda sortear los obstáculos que se le presenten en las instancias decisivas.

A los argentinos nos cuesta aún darle el mismo crédito que le dábamos a Maradona en el pasado, sabiendo que era capaz de ganarle él solo a grandes equipos y cargarse el equipo al hombro.

Messi aún tiene que probar esa clase de liderazgo. Si lo lograra, y la selección superara sus propias falencias, debilidades, falta de confianza, actitud y consistencia en Octavos y Cuartos, podríamos soñar con eliminar ( potencialmente hablando ) a Holanda en Semifinales, en el cuarto enfrentamiento relevante con los naranjas. Perdemos dos a uno con ellos en esa clase de partidos, pero ganamos el más importante, la Final del Mundial 1978 de la mano de Kempes.

Para la Final podríamos soñar con tener nuestro propio “Maracanazo” frente al crédito local, a Alemania o a Francia probablemente. No es un imposible. Sería el sueño futbolístico mío y de muchísimos argentinos como yo, salir Campeones del Mundo en Brasil y con Messi como figura central, aún mejor.

Depende mucho de que Sabella no sea timorato armando el equipo, sabiendo aprovechar el potencial de sus numerosas figuras, y que los jugadores tengan la capacidad y la virtud de rendir al máximo en el momento de mayor exigencia del torneo, o sea los cuatro partidos que necesita ganar para llevarse el gran premio, la Copa del Mundo.

A esta altura del Mundial, son varios los equipos que aún tienen entre sus pies su cita con la gloria y con la historia mundialista. De los 16 hay varios que no se conforman con triunfos parciales y buscan llegar a concretar la meta máxima.

La Copa del Mundo llegó con varios buenos espectáculos y principalmente con buena cantidad de goles. Ojalá que siga así en las fases decisivas que comenzarán mañana cuando la pelota empiece a rodar en los partidos de Octavos de Final. Esperemos que los técnicos no se vuelvan demasiado especulativos.

El premio es grande, los candidatos son muchos y ninguno llega como excluyente. Hay un par de selecciones con confianza en sí mismas que sueñan con transformarse también en candidatas para sumarse a los aspirantes lógicos al título, e intentar ser la “cenicienta” que tenga un final feliz del cuento.

La etapa más linda del torneo está a punto de empezar. 16 selecciones conservan aún sus ilusiones, mientras que sus fanáticos y los futboleros de todas partes del mundo se aprestan a disfrutar de la emoción y el dramatismo de la etapa decisiva de la Copa del Mundo Brasil 2014.

¡¡¡ Qué lindo que es el fulbo, pibe !!!!

Me encantaría que opines de tu visión para el resto del campeonato y que hables de tus candidatos al título.

¿Qué esperamos de la Copa y del Seleccionado Brasileño?

¿Qué podemos esperar de esta nueva versión de la mayor competencia futbolística del mundo, la más mediática, promocionada, y que más interés genera en la afición?

El hincha fanático no esperará otra cosa que ver avanzar al equipo representativo de su país de cualquier forma y que llegue lo más lejos posible. No pondrá reparos en que juegue regular, mal u horrible si se gana medio a cero y se pasa de ronda.

Para los amantes del futbol bien jugado, no quisiera ser agorero y enfriar sus expectativas, pero son pocos los mundiales recordados por su buen futbol, por varios buenos espectáculos y grandes campeones que permanecen en el recuerdo hasta hoy.

¿ Será éste uno de los torneos excepcionales ? Ojalá que así sea.

Brasil, el país anfitrión, es el más ganador de todos sus pares con cinco Copas del Mundo en su haber. Por ese motivo, por haber estado presente en los veinte torneos disputados hasta éste incluido, por su jogo bonito y sus grandes estrellas que brillaron a través de los tiempos, es reconocido internacionalmente como el país más representativo del futbol y es la mayor esperanza de buen juego.

Por ese lugar de máxima consideración que ocupa orgulloso, y por la gran deuda y deshonra que Brasil arrastra desde que organizara un Mundial en su tierra hace ya 64 años y perdieran la Final contra Uruguay, la selección brasileña no podrá dejar de sentirse muy presionada por toda la torcida brasileña.

¿La verdeamarela será capaz de salir campeona y darle una gran alegría a su pueblo ?
¿Será Brasil capaz de jugar un buen futbol, o sería pedirle demasiado a sus jugadores ?
Su equipo genera grandes incógnitas y expectativas.
Develarlas será una de las grandes atracciones que despierte la Copa.

El panorama de la Selección Brasileña

En el horizonte brasileño ya asoma un rival bravo como Chile, con hambre de hacer historia, que sueña con tener su propio “Mineirazo” para asegurarse un sitial de gloria en el futbol de su país, cuando se enfrente con Brasil por los Octavos de Final, mañana Sábado 28 de Junio en Belo Horizonte.

Si pasara ese filtro exigente, a Brasil le tocará otro equipo sudamericano, que podría ser Colombia o Uruguay !!!!!! Cualquiera de esos equipos podría complicar mucho a Brasil. Ya escribí una nota extensa sobre el posible enfrentamiento con Uruguay, a la que llamé “El posible Castelazo”.

No va a ser fácil seguir superando escollos, para esta selección brasileña “mediocre” dentro de los altos standards que siempre ofrecieron sus equipos en mundiales previos, especialmente los que ganaron 5 Copas o fueron finalistas.

Brasil tiene una única estrella, Neymar, que hasta ahora supo ponerse el scratch al hombro, pero por el momento en el equipo no aparecen otros partícipes necesarios e imprescindibles para potenciar más al equipo. La defensa y el arquero son sólidos, pero del medio para adelante el potencial es mucho menor al que nos tienen acostumbradas las selecciones brasileñas.

A esas dudas e inquietudes que tienen los torcedores brasileños, sabedores de buen futbol y de lo que sus equipos son capaces, se suma el peso de la historia y los fantasmas del pasado. Ya saben lo que significó para sus padres y abuelos la derrota del “Maracanazo” hace 64 años. No quisieran que se volviera a repetir.

La presión crecería aún más hasta hacerse casi insoportable si Brasil y Uruguay ganaran sus desafíos de Octavos. El dramatismo futbolero de este Mundial y una historia para el recuerdo llegaría a su climax, y nadie sabe lo que podría pasar.

Desde el triunfo de Uruguay ante Italia, los brasileños tienen una pesadilla anterior al miedo de perder la Final. Por eso se ensañaron tanto con Luis Suárez y su insólita e infantil mordedura. La sanción que lo marginó del Mundial seguramente fue un alivio para los torcedores que ya venían palpitando ese posible match.

Si superaran estos filtros sudamericanos, seguramente saldrían fortalecidos y tendrían mejores chances de acceder a la Final. Para eso tendrían que derrotar posiblemente a equipos muy difíciles como Francia o Alemania, sus potenciales rivales para la Semifinal.

Yo creo que cualquiera de esos dos equipos, especialmente Alemania, podría aprovechar el cansancio físico y psicológico al que estarán expuestos los brasileños en los próximos dos partidos. Ellos llegarían más livianos a ese enfrentamiento decisivo que catapulte a un equipo a la ansiada Final.

Por ejemplo si se diera el caso de jugar contra los alemanes y éstos empezaran ganando ese encuentro decisivo, su contraataque podría ser letal y destructor de toda ilusión campeona. Podrían propinarle a los brasileños una derrota tan dura como la que le causaron a los argentinos en el Mundial pasado. Tienen el mismo potencial anterior, pero con mayor experiencia aún. Son temibles.

Con el caballo aún más cansado por superar un filtro muy difícil, pero empujado por el fervor de su gente, Brasil potencialmente enfrentaría a Holanda o Argentina en la Final. Probablemente tampoco llegue como claro favorito y tendrá serias dificultades para imponerse. Son dos equipos con historia y muchas ganas de seguir haciéndola. Ambos tienen ataques que potencialmente podrían propinarle hasta una goleada en contra si empezaran ganando, como los alemanes e incluso los franceses también estarían capacitados para hacerlo en una hipotética Semi.

Creo que los cuatro posibles finalistas tienen virtudes, pero aún muestran flaquezas, y ninguno ha probado aún de lo que es capaz de hacer frente a una gran exigencia, salvo los holandeses frente a España. Para atención de sus potenciales rivales, Holanda ya mostró que tuvo sed de venganza y la concretó sin piedad, y probablemente tenga mucho hambre de la gloria que aún no probó.

Brasil tiene mucho por probar aún y necesita darle algunas certezas a su público, pero además la presión de sus torcedores es más factible que juegue a partir de ahora en su contra más que a su favor. Sus silencios o silbidos en caso de situaciones difíciles en los cuatro potenciales partidos que le faltarían jugar al seleccionado local, actuarían muy negativamente en el ánimo de sus jugadores.

Esperemos que los árbitros bajo la presión del entorno no se equivoquen a favor de Brasil en el camino a la posible gloria, para que no despierten sospechas de favoritismo de ellos o de la FIFA con el equipo anfitrión del torneo. Ellos también están en la mira de todos.

En mi opinión, Brasil no ofrece garantías para que sus torcedores confíen plenamente en la victoria final, y que su capitán pueda alzar la Copa. Tiene un gran desafío por delante y sus torcedores necesitarán mucho de su fe religiosa para creer con cierta confianza en que su sueño se cumplirá.

¿ Vos qué opinás de lo que le espera a Brasil ?