Archivo de la categoría: Los Medios y el Mundial

Notas tomadas de la Edición Electrónica del Diario La Nación de la Argentina

Periodista de Honduras que presentó una nota en vivo para la televisión de su país frente a la Catedral de Rio, dos días antes de la Final de la Copa 2014 entre Argentina y Alemania.

Le pedí que me hiciera una nota para mi Blog, ya que no pude salir en su nota en vivo, como habíamos hablado previamente.

El periodista alemán Sven Tröster de la publicación Opta ( www.optasports.com ), de la cual es Chief Editor, Content & Customer Services según dice la tarjeta que me dejó, estuvo muy atento conmigo luego de hacerle un par de preguntas para el Blog, creyendo que era un hincha alemán.

Yo lo abordé porque me pareció interesante tener la opinión de un alemán, dos días antes de la gran Final de la Copa, entre argentinos y alemanes, definiendo la tercera Final entre estas dos grandes selecciones, siendo la más repetida de todas las Copas.

Cuando me dijo que es un periodista, empezamos a charlar, y lo hicimos en inglés por aproximadamente media hora. Para mí fue una charla muy interesante. Me sentía como si fuera una charla entre colegas, aunque yo no he estudiado periodismo deportivo.

Esta charla completó una mañana extraordinaria junto a la Catedral de Rio, ya que un rato antes habíamos tenido una charla con un periodista hondureño.

Charla sobre mi Camiseta exclusiva, con Periodista de Honduras

En la mañana del Viernes 11 de Julio 2014, dos días antes de la Final de la Copa del Mundo Brasil 2014, me encontré con un periodista hondureño y su camarógrafo frente a la Catedral de San Sebastián, en Rio de Janeiro.

Estaban a punto de hacer una nota en vivo para su país, y quedé con ellos que yo iba a ser entrevistado en el último tramo de la nota en vivo. lamentablemente la entrada fue más corta de lo que esperaba el cameraman, con lo cual me quedé sin hablar para el público hondureño.

Como no me quise perder la oportunidad de hablar, les pedí si me podían hacer la nota para mí, y ellos aceptaron de muy buena gana. Luego los volví a encontrar recorriendo la Catedral. Quedé muy agradecido.

Un Periodista alemán habla del Bayern y de Demichelis antes de Final

El periodista alemán Sven Tröster habla a mi pedido de su equipo, el Bayern Münich y del zaguero central de nuestra selección, Martín Demichelis, en una pequeña entrevista que le hice frente a la Catedral de Rio de janeiro el Viernes 11 de Julio 2014, dos días antes de la gran Final de la Copa del Mundo Brasil 2014 entre Argentina y Alemania.

Nos quedamos charlando aproximadamente media hora, luego de saber que era un periodista.

Casi al final de la charla apareció el técnico argentino Gustavo Alfaro y se sumó un poco a la charla y nos sacamos un par de fotos los tres juntos.

Alfaro le deseó buena suerte al periodista alemán, con excepción del día Domingo, y todos reímos juntos.

Nota con Periodista Alemán antes de la Final

Video del periodista alemán Sven Tröster entrevistado por mí el Viernes 11 de Julio 2014 frente a la Catedral de San Sebastián en Rio de Janeiro, dos días antes de la Final de la Copa del Mundo Brasil 2014 entre Alemania y Argentina

Viernes 11 de Julio 2014.

Frente a la Catedral de Rio de Janeiro, le propuse a un alemán que tenía puesta la camiseta de su país, que me hable de la Final que están por jugar el Domingo Argentina vs Alemania en una nota que filmé con mi pequeña cámara digital.

Luego de la nota nos pusimos a charlar y me enteré que es periodista, que es de Munich y simpatizante del Bayern. Hablamos más de media hora en inglés, en una conversación muy atractiva. Supe su nombre cuando me entregó su tarjeta. Es Sven Tröster, y es el «Chief Editor, Content & Customer Services» de la publicación Opta en Munich.

Lamentablemente el video tiene un tamaño mayor al tolerado por el sitio para poder subirlo.

Presento las fotos que nos sacamos juntos, y luego también dos que nos sacamos con él y con Gustavo Alfaro, el técnico que muy meritoriamente sacó Campeón a Arsenal y lo llevó a obtener la Copa Sudamericana hace pocos años.

Viernes 11 de Julio 2014.

Frente a la Catedral de Rio de Janeiro, le propuse a un alemán que tenía puesta la camiseta de su país, que me hable de la Final que están por jugar el Domingo Argentina vs Alemania en una nota que filmé con mi pequeña cámara digital.

Luego de la nota nos pusimos a charlar y me enteré que es periodista, que es de Munich y simpatizante del Bayern. Hablamos más de media hora en inglés, en una conversación muy atractiva. Supe su nombre cuando me entregó su tarjeta. Es Sven Tröster, y es el «Chief Editor, Content & Customer Services» de la publicación Opta en Munich.

Lamentablemente el video tiene un tamaño mayor al tolerado por el sitio para poder subirlo.

Presento las fotos que nos sacamos juntos, y luego también dos que nos sacamos con él y con Gustavo Alfaro, el técnico que muy meritoriamente sacó Campeón a Arsenal y lo llevó a obtener la Copa Sudamericana hace pocos años.

Viernes 11 de Julio 2014.

Frente a la Catedral de Rio de Janeiro, le propuse a un alemán que tenía puesta la camiseta de su país, que me hable de la Final que están por jugar el Domingo Argentina vs Alemania en una nota que filmé con mi pequeña cámara digital.

Luego de la nota nos pusimos a charlar y me enteré que es periodista, que es de Munich y simpatizante del Bayern. Hablamos más de media hora en inglés, en una conversación muy atractiva. Supe su nombre cuando me entregó su tarjeta. Es Sven Tröster, y es el «Chief Editor, Content & Customer Services» de la publicación Opta en Munich.

Lamentablemente el video tiene un tamaño mayor al tolerado por el sitio para poder subirlo.

Presento las fotos que nos sacamos juntos, y luego también dos que nos sacamos con él y con Gustavo Alfaro, el técnico que muy meritoriamente sacó Campeón a Arsenal y lo llevó a obtener la Copa Sudamericana hace pocos años.

Nota que le hice a un periodista de Alemania, antes de la Final

Viernes 11 de Julio 2014.

Frente a la Catedral de Rio de Janeiro, le propuse a un alemán que tenía puesta la camiseta de su país, que me hable de la Final que están por jugar el Domingo Argentina vs Alemania en una nota que filmé con mi pequeña cámara digital.

Luego de la nota nos pusimos a charlar y me enteré que es periodista, que es de Munich y simpatizante del Bayern. Hablamos más de media hora en inglés, en una conversación muy atractiva. Supe su nombre cuando me entregó su tarjeta. Es Sven Tröster, y es el «Chief Editor, Content & Customer Services» de la publicación Opta en Munich.

Lamentablemente el video tiene un tamaño mayor al tolerado por el sitio para poder subirlo.

Presento las fotos que nos sacamos juntos, y luego también dos que nos sacamos con él y con Gustavo Alfaro, el técnico que muy meritoriamente sacó Campeón a Arsenal y lo llevó a obtener la Copa Sudamericana hace pocos años.

Viernes 11 de Julio 2014 frente a la Catedral de Rio de Janeiro.

Un periodista hondureño y su camarógrafo armaron una nota en vivo para su país, en la cual yo iba a participar. Lamentablemente no se pudo agregar mi charla a la nota y me tuve que conformar con hacerla para mí, siendo filmada por el camarógrafo con mi pequeña máquina digital.

Viernes 11 de Julio 2014 frente a la Catedral de Rio de Janeiro.

Un periodista hondureño y su camarógrafo armaron una nota en vivo para su país, en la cual yo iba a participar. Lamentablemente no se pudo agregar mi charla a la nota y me tuve que conformar con hacerla para mí, siendo filmada por el camarógrafo con mi pequeña máquina digital.

Viernes 11 de Julio 2014 frente a la Catedral de Rio de Janeiro.

Un periodista hondureño y su camarógrafo armaron una nota en vivo para su país, en la cual yo iba a participar. Lamentablemente no se pudo agregar mi charla a la nota y me tuve que conformar con hacerla para mí, siendo filmada por el camarógrafo con mi pequeña máquina digital.

Una nota con un periodista de Honduras

 

El Viernes 11 de Julio 2014 amaneció nublado en el área de la Bahía de Guanabara.

Buscando un ángulo interesante para sacar una buena foto del exterior de la Catedral de San Sebastián en Rio de Janeiro, visualicé en la vereda de enfrente, más cercana a la iglesia, a un periodista y su camarógrafo.

El periodista estaba ubicado dándole la espalda a la Catedral, y el camarógrafo estaba dispuesto a filmarlo con el templo de fondo. Con mi curiosidad propia de un “periodista”, en este caso amateur, me acerqué a ellos y les pregunté de donde eran. Me contestaron que eran de un canal de deportes de Honduras, y que estaban próximos a generar una nota en vivo para su país.

Es increíble, pero la tecnología actual permite que con un par de equipos portátiles, se pueda enviar filmaciones producidas en exteriores sin grandes complicaciones, incluso  de un país a otro.

Ya había vivido esa situación en el tren express rumbo al estadio Arena Corinthians o Itaquerao, en San Pablo un par de días antes cuando Argentina jugó con Holanda por la Semifinal. En mi mismo vagón me entrevistó una periodista del canal O Globo, que salió en vivo y en directo en la televisión brasileña.

Mientras esperaban que les dieran el ok para empezar a transmitir, me puse a charlar con ellos y les conté algunos detalles de mi estadía en Brasil, con la intención de que me prestaran atención, y surgiera la posibilidad de salir en una entrevista en vivo para la televisión hondureña.

Les conté mi historia de las camisetas mix entre la brasileña y la argentina, que me hice preparar especialmente, antes de salir de Buenos Aires y de mi familia cercana instalada en ciudades brasileñas.

El camarógrafo se interesó en el tema, y me dijo que podrían terminar la nota con mi charla, y el periodista estuvo de acuerdo. Pocos minutos después el periodista ya estaba hablando en vivo y en directo con alguien en el estudio de su canal en Honduras.

Hablaron del pase del arquero Navas de Costa Rica al Bayern Munich, del pase del uruguayo “mordisco” ( apodo mío, no del periodista ) Suárez al Barcelona, y de la expectativa por el partido Final entre alemanes y argentinos, como abriendo la conversación para presentarme y que hable del partido.

La conversación terminó abruptamente, por algún motivo surgido en su país, y de golpe me encontré con que me quedaba sin entrevista. Ni lerdo ni perezoso, le pedí al camarógrafo si nos podía filmar con mi pequeña y básica máquina digital al periodista y a mí en una nota para que me la quedara yo.

Muy amablemente me contestó que sí, y pocos segundos después me encontraba entrevistado por el periodista, en una nota de un par de minutos que no puedo compartir aquí con uds. porque excede el tamaño permitido para subir un archivo en el sitio. Acompaño al menos las fotos que saqué de ellos.

Para mí fue muy divertido, y un gran recuerdo de viaje que va a perdurar en mi memoria. Fue la primera alegría de una mañana nublada en Rio de Janeiro, dos días antes de la Final entre Argentina y Alemania en el Maracaná.

La épica impulsa a un equipo que no cree en imposibles – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Otra vez, en la final

La épica impulsa a un equipo que no cree en imposibles

Por Cristian Grosso | LA NACION

SAN PABLO.- Cada arenga presagiaba la victoria. Cada rostro estallaba de furia y las venas explotaban de confianza. No había miedo. No eran gritos de pánico ni descargas para exorcizar los fantasmas que merodeaban después de dos horas de batallas tácticas. Estaban convencidos de que iban a ganar. Estaban contagiados de una épica conmovedora.

Abrazados, apretados como en la cancha, fundidos en la hermandad que se transformó en la marca de este seleccionado que con la prepotencia de su orgullo se metió en la final de la Copa del Mundo. Se pararon frente a los penales con tanta energía y determinación que hasta eran capaces de intimidar al destino.

Esta vez nada ni nadie le podría arrebatar a la Argentina el derecho a creer que no hay imposibles.
Un equipo que vive del sufrimiento y la resistencia. Que olfatea la adversidad y afila los colmillos. Un equipo que no parece integrado por un buen puñado de los mejores cracks del firmamento futbolero, sino por tipos comprometidos hasta la médula. Con un carácter impetuoso, rebelados contra la cadena de decepciones que la selección se acostumbró a coleccionar en los últimos 20 años.

Brasil 2014 marcará sus carreras por siempre, al margen de cómo termine la aventura el próximo domingo con la intimidante Alemania, en el Maracaná: ya no son estrellas ni fantásticos, se transformaron en guerreros de una causa que desborda una anabolizante pasión. Son como peleadores callejeros, basta que vean o prueben sangre para arremangarse e ir por más.

La lógica de la paridad empujó la definición a la crepitante vía de los penales. La Argentina le dedicó un asfixiante compromiso al partido, con futbolistas disciplinados en todo momento por respaldar al compañero. Por cubrirlo. Por protegerse entre todos. Faltaron fantasías ofensivas para quebrar el pizarrón en el que se espejaron argentinos y holandeses. Pero la selección jamás soltó las riendas, aunque la descolorida tarde de Higuaín y Lavezzi no representara un abanico ofensivo estimulante. Aunque Palacio y el Kun Agüero tampoco trajeran soluciones desde el banco. Y aunque Leo, sí, también Messi, sólo ofreciera pinceladas intermitentes.

La Argentina se sostuvo en su coraje a prueba de cualquier desánimo. Así como el arco de Chiquito Romero se volvió impenetrable desde los octavos de final, el carácter de la selección también está blindado. A veces hasta un estado de ánimo alcanza para ser campeón, se advirtió hace unos días. Aquel conjunto sin garantías de estilo ni funcionamiento en los primeros partidos del Mundial, de algo está hoy tan seguro como orgulloso: inagotables dosis de tenacidad impulsan a una selección que eligió la inmolación para llegar hasta donde sea.

Mascherano ejerce un natural liderazgo emocional porque es un caudillo que viene de otras épocas, pero esparció semillas de arrojo y perseverancia que alumbraron una fecunda cosecha. Todos le han puesto un precio muy alto a su pellejo.

La Argentina se entregó a martillar con el peso de su alma. Bravía, indómita. Un grupo amotinado contra la fatalidad, por eso en el último minuto del tiempo regular apareció Mascherano para barrer el mano a mano que a Arjen Robben se le había negado en todo el partido y ya paladeaba. La lluvia que regaba el estadio Itaquerao invitaba a la epopeya, al relato legendario. Y el desfiladero tapizado de piezas de ajedrez condujo a los penales que, por antecedentes, obligaban a observarlos con desconfianza. Con el recelo de aquel que se encuentra con un desengaño.

Pero en la cancha estaban los vengadores con su avasallante personalidad. Para desquitarse de heridas de ayer, para desagraviar a otras generaciones. Para espantar los peores pronósticos cuando espiar el pasado cercano recordaba la final perdida con Brasil en la Copa América de Perú 2004. Y la eliminación con los alemanes en Berlín, en los cuartos de final del Mundial 2006. Y la ingrata Copa América de 2011, en casa, cuando Uruguay destrozó aquella esperanza.

Todos esos mazazos habían llegado por penales. Pero el espíritu de los gladiadores tenía el antídoto para que la selección se quedara con cuatro de las cinco definiciones que asumió en los mundiales. Para que la figura de Romero se vistiera de héroe al atajar dos remates y, por un instante, impregnar al estadio con aquella fragancia de Italia 90. Sólo por un instante, porque el nuevo desafío será torcer ese recuerdo, aunque el rival sea el mismo. En realidad, éste es mucho mejor. Atención: los vengadores son inconformistas. Al final, la emoción los atrapa y lloran. El latido de todos juntos construye un equipo feroz.

Dilma y su gobierno, inquietos por el impacto de la catástrofe del Mundial

lanacion.com| El Mundo| Mundial Brasil 2014

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Brasil

Dilma y su gobierno, inquietos por el impacto de la catástrofe del Mundial

Temen que el malhumor de los brasileños por la contundente derrota con Alemania se proyecte sobre el voto en octubre, cuando la presidenta busque su reelección; el golpe económico

Por Alberto Armendariz | LA NACION

DE JANEIRO.- En busca de la reelección el 5 de octubre, la presidenta, Dilma Rousseff, siempre sostuvo que su suerte en las urnas no estaba atada a la performance de la selección brasileña en el Mundial.
Sin embargo, tras la humillante eliminación que sufrió el equipo verdeamarelo frente a Alemania anteayer, el gobierno teme que la profunda decepción que se apoderó del país aumente el ya frustrante clima económico y perjudique sus posibilidades de éxito.

Uno de los primeros visitantes que acudió ayer al Palacio del Planalto fue el presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcão, uno de los principales articuladores de la campaña por la reelección de Rousseff.

Aunque la prensa aseguró que la histórica derrota 7-1 contra Alemania no cambia los planes petistas y que la jefa del Estado sólo entrará de lleno en la contienda a partir del día 20, en los pasillos del palacio presidencial ya se hablaba de un cambio de estrategia para «despegar» a Rousseff de la demolida selección y resaltar sólo los aspectos organizativos del Mundial, que han funcionado muy bien o por lo menos no fueron el desastre que se había anticipado.

«La Copa es la Copa. Ahora es el momento de sufrimiento, pero en agosto se dará vuelta la página. Como gobierno debemos dejar claro que la infraestructura funcionó perfectamente. Las elecciones son otro capítulo», confirmó en sus primeras declaraciones el secretario general de la presidencia, Gilberto Carvalho.

Su postura de separar el fútbol mundialista de la política tiene una base histórica; hasta ahora, nunca hubo una correlación directa. En 1998, pese a la caída de la selección brasileña contra el equipo anfitrión del Mundial de Francia, Fernando Henrique Cardoso fue reelegido en primera vuelta.

En el Mundial de Corea-Japón, sucedió lo contrario: Brasil se alzó con la Copa, pero el candidato oficialista, José Serra, perdió ante Luiz Inacio Lula da Silva. Y si bien en los mundiales de Alemania y de Sudáfrica la selección brasileña fue derrotada, Lula ganó la reelección en los comicios de 2006 y su ahijada política, Rousseff, llegó al poder en 2010.

«Hasta hoy, la asociación entre fútbol y resultado electoral era un mito. Pero hasta hoy nunca había ocurrido un papelón como éste. Vamos a ver a partir de ahora qué efecto puede producir», advirtió, por su parte, el director general de la encuestadora Datafolha, Mauro Paulino.

Según un sondeo de esa empresa revelado la semana pasada, gracias al cambio de humor que generó el Mundial en la sociedad brasileña en las primeras tres semanas, la intención de voto de Rousseff parecía haber mejorado. La presidenta, cuya imagen había sufrido un fuerte desgaste desde las protestas del año pasado en reclamo de mejores servicios públicos y contra los gastos de 11.000 millones de dólares para el Mundial, pasó de tener un respaldo de 34% en junio a un 38% este mes.

Sus contrincantes también se beneficiaron por el ambiente, pero menos: el senador Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña) pasó del 19 al 20%, en tanto que el ex gobernador de Pernambuco Eduard Campos (Partido Socialista Brasileño) subió del 7 al 9%.

«Estas oscilaciones son temporales. Otros elementos son más relevantes para las elecciones que el fútbol, sobre todo la economía. Y si bien existe un consenso de que los resultados económicos no son los que se esperaban, la economía brasileña tampoco se contrajo en estos cuatro años.

Lo que el gobierno debe evitar en estos próximos meses es que haya una goleada económica que empeore la situación», señaló a LA NACION el profesor Mathieu Turgeon, del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Brasilia.

Después de una expansión récord del PBI del 7,5% en 2010, el último año de Lula en el poder, el desempeño económico del Brasil de Rousseff ha sido desalentador: 2,7%, en 2011; 1%, en 2012; 2,3%, en 2013, y para este año se espera un crecimiento de sólo el 1,5 por ciento.

En tanto, la inflación no para de aumentar; es más, anteayer, pocas horas antes de la debacle frente a Alemania, el gobierno confirmó que el índice de precios al consumidor de los últimos 12 meses traspasó el techo de la meta oficial del 6,5% y se ubicó en 6,52%. No obstante, el desempleo sigue siendo bajo, en torno del 5,4 por ciento.

«Durante la campaña, el gobierno hará hincapié en cómo se ha logrado reducir las desigualdades sociales en esta década del PT en el poder y no tanto en los números actuales. Ya con el Mundial finalizado, subrayará la capacidad de Brasil para organizar este gran evento que fue un éxito internacional, más allá de los resultados para la selección brasileña», señaló Turgeon, para quien Rousseff deberá de cualquier modo disputar una segunda vuelta electoral el 26 de octubre.

Hasta que se acabe la Copa, todavía faltan cuatro días, en los que el gobierno buscará evitar a toda costa que haya problemas de seguridad -ya se anunció un refuerzo de efectivos para la final en el estadio Maracaná de Río de Janeiro- y accidentes como el que ocurrió la semana pasada en Belo Horizonte, donde se derrumbó un viaducto en construcción que era parte de las obras previstas y nunca terminadas para el Mundial.

LAS CIFRAS QUE AMENAZAN AL PT
38%
Intención de voto
Con esa cifra, registrada por Datafolha, Dilma ganaría en la primera vuelta pero no evitaría el ballottage
.
1,5%
Crecimiento
Este año, la economía brasileña tendrá su menor expansión en los últimos desde que el PT llegó al poder
.
6,52%
Índice inflacionario
Aunque levemente, el índice de precios al consumidor traspasó el techo del 6,5% que tenía proyectado el gobierno.

El equipo que calca la historia – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Opinión

El equipo que calca la historia

Por Daniel Arcucci | LA NACION

SAN PABLO.- En este atardecer del 9 de julio de 2014, Chiquito Romero, gigante, camina hacia el arco con la misma confianza con la que el Vasco Goycochea, enorme, caminó aquel anochecer del 3 de julio de 1990. Arde San Pablo ahora como ardía el San Paolo entonces, aunque acá en Brasil hace un frío que cala los huesos, en medio de una lluvia triste, y allá en Nápoles estábamos en plena «estate italiana», con un sofocante calor de verano.

Ya escuchó, Romero, cómo Mascherano le gritó que iba a ser un héroe, así como Goycochea había escuchado de boca de Maradona que iba a atajar dos. La confianza se la ganaron en plena competencia, la misma que les había faltado antes de llegar al Mundial. Ya escuchó el equipo, también, cómo más de medio estadio se le ponía en contra, con brasileños que de pronto se habían transformado en holandeses, acá, así como los napolitanos se habían visto obligados a dividir su pasión, allá, con una bandera que lo explicaba: «Diego, Nápoles te ama, pero Italia es nuestra patria».

Parece empeñado, este seleccionado de Sabella, en recorrer el mismo camino que aquel de Bilardo, casi un cuarto de siglo después. Rompe maleficios, calca la historia. Igual de cerrado en sí mismo ante las críticas, primero. Igual de convencido para elegir un perfil, aunque no sea el más simpático, después.

El día que comprendió que la fórmula de los cuatro fantásticos no funcionaba, eligió el camino de los once guerreros. Y allá va, como aquél. Casi disfrutando el sufrimiento. Haciéndolo parte de su personalidad. Ni cerca ha estado de ser el equipo más vistoso del torneo y ya no lo será, pero así llegó hasta donde llegó. Como aquél.

Romero atajó el primero, a Vlaar, así como Goycochea había atajado el último, a Serena. Fue como si la serie de penales hubiera continuado, de manera mágica, con las imágenes en pausa durante 24 años. La proeza, después de un partido cerrado, táctico hasta la exasperación, vuelve a ubicar al equipo en el deseado séptimo partido y en el escenario soñado. En el estadio Olímpico de Roma debía estar Italia; en el estadio Maracaná de Río debía estar Brasil. Pero uno no estuvo y el otro no estará. Estará la Argentina contra Alemania, otra vez. Como entonces…

El plan de Sabella en la batalla del Itaquerao – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Un duelo de estrategias

El plan de Sabella en la batalla del Itaquerao

Por Christian Leblebidjian | LA NACION

SAN PABLO.- No recuerdo haber visto un partido así. Tan táctico, tan posicional, tan estratégico desde sus duelos en los uno contra uno, desde las telarañas defensivas y las búsquedas de contraataque.

Algo muy parecido se vio en el calor de Barranquilla, en 2011, en aquel partido que la Argentina le ganó a Colombia 2 a 1. Leonel Álvarez, DT local, pensó: «Para que a Colombia lo agarren con espacios en su defensa, primero tiene que atacar». Y no atacó, le planteó un partido «espejo» al plan argentino, cortándole la posibilidad de contraataque, el mayor potencial del equipo de Sabella. Aquel primer tiempo fue como todo el partido de ayer.

En el extremo de intensidades y búsquedas ofensivas se pueden ubicar los duelos entre el Barcelona de Pep Guardiola y el Atlético Bilbao de Marcelo Bielsa: golpe por golpe, defensas de dos contra dos, avances respaldados con cinco o seis jugadores, dos equipos asumiendo riesgos hasta el final de sus posibilidades, miles de situaciones.

Lo de ayer fue distinto. Quedará como la batalla del Itaquerao: presión en la mitad de la cancha, marcas asfixiantes sin necesidad de abusar de las infracciones (sólo 10 de la Argentina contra 15 de Holanda), movidas de ajedrez, paciencia de ambos lados para jugar la pelota el mayor tiempo posible sin ponerla en riesgo, infinidad de pases atrás hacia los arqueros.

Durante 120 minutos hubo apenas tres situaciones de gol: el tiro libre de Messi y la chance desperdiciada por Palacio. Por el lado holandés, el cierre salvador de Mascherano ante Robben. Casi no hubo remates desde fuera del área y de las 15 pelotas paradas (8 del lado argentino y 7 de Holanda), sólo la de Garay generó algún murmullo. Es que los futbolistas habilidosos tampoco estuvieron finos en las ejecuciones de los centros.

El pizarrón de Van Gaal fue interesante, como en toda la Copa: sorprendió con De Jong y aun así tenía la chance de armar cuatro equipos posibles. Pero, como se suponía, volvió al 5-3-2 que había utilizado ante España, Australia, Chile y México, porque no le había conformado el 3-4-3 planteado ante Costa Rica.

No sólo eso: Sneijder arrancó haciéndole marca personal a Biglia, para taparle ese primer pase; Wijnaldum tenía que controlar de cerca a Mascherano (no encimarlo, tenerlo ahí), De Jong fue con Messi, Kuyt con Lavezzi y Blind con Enzo Pérez; incluso Van Persie, en el retroceso, tenía que bajar hasta la mitad de la cancha para tener en la mira a Garay en caso de que fuera alternativa de descarga.

¿Qué estaba en la mente de Van Gaal? Obligar a la Argentina a jugar por el callejón central, presionar y esperar el momento justo para anticipar, robar, y tratar de llegar en tres toques hasta Romero. Un par de veces logró que sus rivales cayeran en la trampa.

La Argentina salió 4-4-2, pero (para jugarle «espejo» a Van Gaal) durante varios pasajes utilizó la línea de 5. No le hizo falta a Sabella confirmarla desde los nombres, ya que la armó con Mascherano entre los centrales, pero también ocasionalmente con Lavezzi o Enzo Pérez como laterales derechos, cerrándose Zabaleta como un central más.

«Vamos a atacar con la gente necesaria y no con más», había dicho el DT un día antes. Para que no lo agarraran mal parado, casi no atacó. Y, cuando lo hizo, apenas desprendió tres o cuatro jugadores. Así neutralizó la principal carta ofensiva de Holanda. Sabía que, en espacios reducidos, le cuesta progresar. Así fue.

Para que el plan fuera perfecto, a la Argentina le faltó insistir por la derecha, ir más decidido para atacar por el costado izquierdo holandés. Van Gaal vio el déficit y con un solo cambio (Janmaat por Martins Indi) modificó casi toda la defensa. Sabella tuvo, en un momento, a cuatro delanteros, pero nunca se salió del «espejo». No asumió riesgos y por eso fue empate. Y si bien Argentina festejó en los penales, los técnicos quedaron a mano.

Escribo desde el corazón – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Escribo desde el corazón

Por Juan Pablo Varsky | Para LA NACION

SAN PABLO.- Algún día voy a escribir de Mascherano, el nuevo prócer del fútbol argentino. Del partido descomunal que hizo, de ese corte en la última jugada del segundo tiempo, cuando por única vez Robben pudo entrar en el área con peligro. De su llanto del final, que te dan ganas de abrazarlo y llorar con él.

Otro día escribiré sobre Sergio Romero, «el arquero sin ritmo» que nos puso en la final. En otro momento escribiré sobre Garay, ese central que sigue anulando delanteros. Ayer, Robin van Persie y Huntelaar se sumaron a la lista de Origi, Lukaku, Drmic, Seferovic.

Queda pendiente la crónica sobre Martín Demichelis, el hombre que le ganó al estigma. Ya está Martin. Olvídate del boliviano Marcelo Martins. Quedó archivado. Marcaste al futbolista más desequilibrante del torneo con aplicación y concentración durante 120 minutos.

El cuadrado fantásticos de centrales y medios se completa con Lucas Biglia, Mr. Juego Simple. Corre, piensa y se la pasa a un compañero. Y a Pablo Zabaleta, un líder por consistencia y por autoridad. Y a Marcos Rojo; ése que te hacía reír cuando repasabas el equipo, hoy te emociona por su esfuerzo y su rigor en la marca. No pasa nadie por ahí. No hace falta que le pidas perdón.

Vinimos a ver el ataque argentino. La defensa gana campeonatos. Algún día recordaré el destino de elegido de Maxi. Hace ocho años, la clavaba en el ángulo ante México. Hoy acierta el último penal. ¡Y cómo se rompió el alma en su querido Newell’s para ganarse su tercer Mundial!

Ya está, Rodrigo. No te tortures más con la jugada del suplementario. Desde arriba era fácil dejarla bajar un poquito y darle de zurda. ¡Buena, Kun! Te falta mucho, pero te quedas con sensaciones positivas de la prórroga y metiste tu penal. Clave, para darle dos match-points al equipo.

Otro día voy a destacar el partidazo de Enzo Pérez. La personalidad y el atrevimiento para pedirla y gambetear hacia adelante. Se entendió muy bien con Higuaín, otra vez muy dinámico y preciso con la pelota. Yo no los hubiera sacado, pero Sabella sabe más que cualquiera de nosotros, aun cuando sus decisiones no nos gusten o no tengan el efecto deseado dentro de la cancha. Humildad y trabajo, dijo luego del triunfo.

El trabajo paga. Siempre. Los hechos, como evidencia y como respaldo. Ya habrá tiempo para valorar el funcionamiento, la inteligencia y el coraje que mostró el equipo ante la brava Holanda en un ajedrez futbolístico.

Otro día le tocará a Lavezzi, el favorito de las chicas. El hombre del equilibrio, que le dio simetría y balance al equipo cuando entró por Agüero ante Nigeria para nunca más salir. Y también habrá para Di María, por su gol ante Suiza, fundamental para llegar hasta acá.

No hay equipo sin plantel. Basanta, Gago, Fede y Augusto Fernández, Campagnaro, Ricky Álvarez. Los arqueros Andújar y Orion, siempre alentando y ayudando al titular Romero. «Te comés el mundo y te convertís en héroe», le dijo Mascherano antes de los penales.

Leo, faltas vos. Fue duro contra el enorme De Jong. Vas a jugar una final del mundo. Tus compañeros te llevaron al Maracaná. Ahora te toca llevarlos a la gloria. Domingo 13 de julio es tu fecha con la historia. Y ante Alemania, justo los que te sacaron de tus dos Mundiales anteriores. La mesa está servida, Enano. Es tu turno.

Habrá tiempo y espacio para el análisis. Hoy, no. Estoy llorando de la emoción y escribo lo que puedo, lo que me va saliendo del corazón.

Finalista por dura y rebelde – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Un equipo que cumple objetivos

Finalista por dura y rebelde

Por Claudio Mauri | LA NACION

SAN PABLO.- De rebelde alcanzó la final. De porfiada y tenaz. De convencida de que ése era su destino y ni la rocosa Holanda la iba a apartar. Cumplió con su idea fija, con su misión impostergable.

Dura es esta Argentina, como la cabeza de Mascherano, que recibió un golpe como para causarle una conmoción cerebral y siguió jugando porque el corazón lo tenía intacto, le seguía bombeando sangre guerrera. Dura como la mandíbula de Zabaleta, que de un choque con Kuyt le quedó como si se hubiera cruzado con Mayweather. A morder una gasa y a seguir jugando, que la batalla necesitaba de todos los soldados, aunque estuvieran heridos y extenuados. Dura como ese brazo vendado de Biglia, que se retuerce de dolor tras un topetazo con Clasie, pero ni se le ocurre abandonar.

En el Itaquerao, un nombre que al pronunciarlo hasta se le encuentra alguna resonancia belicista, se disputó una batalla, no violenta ni con mala intención, pero sí muy táctica, áspera, de choque repetido, de conquista por cada centímetro del campo como si fuera la tierra prometida.

En capacidad de sufrimiento no le gana nadie a esta Argentina. Quedó demostrado una vez, como en anteriores partidos. Y de fútbol anda corta, pero tampoco se encontró con algún rival que la haya superado en ese rubro, en el que Alemania impresiona con su juego académico. Ése es el Everest que le espera el domingo en el Maracaná, pero no es menor que ya haya hecho cima con una final.

El seleccionado que llegó al Mundial con la etiqueta de los Cuatro Fantásticos y un poder ofensivo que era la envidia de todos sigue adelante porque encontró la manera de ser un bloque compacto en defensa, de juntar esas líneas separadas que tanto desvelaban a Sabella, de dar un paso atrás y ser más selectivo en los ataques. Del golpe por golpe al estudio, el cálculo y la especulación. La Argentina no juega con una sonrisa, es seria. Por cada caricia que le niega a la pelota aprieta los dientes con más fuerza. Apechuga, resiste y asalta.

Antes del Mundial, desde estas líneas se aventuró que Sabella no es la clase de técnico de morir con las botas puestas, por aquello de mantener a los Cuatro Fantásticos contra viento y marea. Es de elegir calzado para cada ocasión. Y las circunstancias, las lesiones y su buen ojo lo llevaron a dar con esta horma que no muchos hubieran aventurado hasta hace unas semanas.

Con la elección de Demichelis para darle seguridad y aplomo a una zaga central que tiene en Garay a uno de los mejores del Mundial en su puesto. Con Biglia levantando junto con Mascherano una aduana en la que quedan muchas pelotas. Con Enzo Pérez sumándose a la causa con solidaridad y sentido colectivo para cubrir la sensible baja de Di María.

Esta Argentina dependiente de Messi es capaz de sobrevivir a una noche apagada de Leo, y con poca compañía, que también hay que decirlo. El equipo, guste más o menos, fue apareciendo mientras fue superando etapas con un aporte individual decisivo por encuentro. Primero fue Messi, después se sumó Di María, otra tarde fue Higuaín y ayer fue el turno de Romero, este arquero sin continuidad en Monaco que, en vez de olvidarse de atajar, acumuló ganas para demostrar su valía.

La semifinal fue fea para ojos imparciales y un parto para los que la siguieron con algún interés en particular. Una partida de ajedrez, con tablas constantes. Mucho estudio, poco atrevimiento. Con parejas: De Jong siguiendo a Messi, Sneijder tapando a Biglia.

Fue un partido de defensores, sobre todo de los zagueros centrales, que impusieron condiciones. Notable la actuación de Vlaar en el anticipo y en el corte. Imponentes Garay y Demichelis. En ese contexto, era lógico que las ocasiones de gol escasearan.

Holanda tenía un gran despliegue, pero poca creatividad para encontrar a Robben y Van Persie. Los ingresos de Palacio y Agüero suponían una mayor agresividad ofensiva que no fue tal, si bien el delantero de Inter resolvió mal con un cabezazo débil la situación más clara de los 120 minutos. El destino de los penales era inexorable. Situación límite para esta Argentina que no siente vértigo, especialista en salir con vida cada vez que está entre la espada y la pared.

El peregrinaje hacia una Final histórica – La Nación

lanacion.com| Deportiva
Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Cómo lo vivieron los hinchas

El peregrinaje hacia una final histórica: los argentinos

Hubo 25.000 simpatizantes albicelestes en el Itaquerao; aunque fueron visitantes, cargaron a los brasileños por su eliminación y sufrieron por los penales

Por Nicolás Balinotti | LA NACION

SAN PABLO.- Dicen las paredes en la estación de tren Itaquera: «Brasil, camino al hexa». Saluda otra pintada, con cuidado arte callejero: «Bienvenidos al Mundial». El color de las banderas hace parecer que el mundo está reducido a ese pedazo de muro. Hay que detenerse en el mensaje. Porque lejos de un cálido recibimiento, los argentinos ingresan en el estadio como quien pone un pie en tierra enemiga.

Sobre la cuesta que une la estación con los accesos, una brasileña de tez morena y ojos incoloros guía a la marea con un altavoz. Lo hace subida a una banqueta alta, como la de los árbitros de tenis. «Que levanten la mano los de Holanda», grita. Los de naranja saludan, vivificados por varios litros de cerveza. «Un vamos para los de Argentina», intentan animar a la otra parcialidad. Los argentinos le responden con ironías: «Te comiste siete», y le exhiben el número, con los dedos de las manos. Lo que queda de la rampa se trepa a los cánticos: «Brasil, decime qué se siente.»

Antes de cruzar el primer control, tres amigos de Victoria se roban la atención con la leyenda de sus camisetas: «Vai embora, 1-7, 8 de julio de 2014». Otra referencia con sarcasmo para los brasileños, todavía incrédulos ante una eliminación que será eterna, tanto o más que el Maracanazo del 50.

El Itaquerao espera en la cima. Desde lejos, se distingue como una maqueta en obra. Con el Mundial ya casi terminado, el estadio muestra aún muchos cabos sueltos. En el peregrinar del público se cruzan argentinos, holandeses y brasileños vestidos de naranja. También hay hinchas de otras nacionalidades, que lejos de ser neutrales, se vuelcan por algún equipo. Así lo demuestran los bolivianos Fabio y Oscar, vestidos de coya de pies a cabeza, y dispuestos a «alentar a los hermanos sudamericanos».

En uno de los accesos se encuentran el sindicalista Pablo Moyano y Martín Redrado. ¿Alianza en puerta entre el camionero y uno de los economistas favoritos de Sergio Massa? No da la sensación, a pesar del afectuoso abrazo. Para los políticos, los mundiales siempre son una excusa para huir del país.

Adentro, el Itaquerao es un hervidero. Ni la intensa garúa nubla el entusiasmo de unos 25.000 argentinos que se sienten visitantes, pero que así y todo desafían a los locales. «Esta lluvia de mierda no quiere parar, es Brasil que no para de llorar», gritan a coro. Como réplica, surge una tormenta de abucheos y una melodía que suena a desahogo: «Pentacampeón».

El nerviosismo de un empate que parece inquebrantable baja la tensión. La rivalidad entre argentinos y brasileños ahora es muda, con cruce de miradas hostiles y gestos. La Argentina y Holanda igualan, y el azaroso ritual de los penales dirá quién jugará la final con Alemania. Los nervios se anidaban en los estómagos de los simpatizantes.

Están todos petrificados, encomendados a la lotería de la definición desde los doce pasos. Las atajadas de Romero se gritan con alma, como un gol. Esta vez el héroe no es Messi, sino que es él. Ese arquero que sonríe cara a cara con una hinchada que alguna vez lo puso en duda. Como a Goycochea, en los lejanos 90.

AL FINAL, MÁXIMA ALENTÓ A LOS HOLANDESES
Luego de muchas especulaciones, el Palacio Real de Holanda zanjó la duda sobre el seleccionado al cual alentaría la reina Máxima. La Federación holandesa comunicó que había recibido el deseo de «suerte» de los reyes Guillermo y Máxima, que fue leído a los futbolistas por el entrenador Louis Van Gaal antes del partido.