Archivo por días: 11/07/2014

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

El partido también recibió la presencia de muchos hinchas locales.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada holandesa, como siempre en este Mundial, se hizo presente vestida de riguroso naranja y en general sumaron detalles decorativos a su indumentaria. Desplegaron una gran simpatía y siempre se mostraron alegres.

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada argentina se hizo presente en San Pablo, y fuimos locales una vez más en la Copa !!!!!

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada argentina se hizo presente en San Pablo, y fuimos locales una vez más en la Copa !!!!!

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

La hinchada argentina se hizo presente en San Pablo, y fuimos locales una vez más en la Copa !!!!!

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

En la estación de Metro me encontré con Diego Pintos y un grupo de amigos, y muchos argentinos que buscaban hacer la combinación para llegar al estadio, se sumaron a la foto.
La hinchada argentina se hizo presente en San Pablo, y fuimos locales una vez más en la Copa !!!!!

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.

Hinchas en la estación del Metro que los llevará al estadio, luego de hacer una combinación.
La hinchada argentina se hizo presente en San Pablo, y fuimos locales una vez más en la Copa !!!!!

San Pablo, Miércoles 9 de Julio 2014.
En el Estadio Itaquerao el equipo argentino eliminó a Holanda por penales y pasó a la Final de la Copa del Mundo 2014, luego de 24 años de no llegar a esa instancia definitoria.
La hinchada argentina se hizo presente en San Pablo, y fuimos locales una vez más en la Copa !!!!!

La épica impulsa a un equipo que no cree en imposibles – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Otra vez, en la final

La épica impulsa a un equipo que no cree en imposibles

Por Cristian Grosso | LA NACION

SAN PABLO.- Cada arenga presagiaba la victoria. Cada rostro estallaba de furia y las venas explotaban de confianza. No había miedo. No eran gritos de pánico ni descargas para exorcizar los fantasmas que merodeaban después de dos horas de batallas tácticas. Estaban convencidos de que iban a ganar. Estaban contagiados de una épica conmovedora.

Abrazados, apretados como en la cancha, fundidos en la hermandad que se transformó en la marca de este seleccionado que con la prepotencia de su orgullo se metió en la final de la Copa del Mundo. Se pararon frente a los penales con tanta energía y determinación que hasta eran capaces de intimidar al destino.

Esta vez nada ni nadie le podría arrebatar a la Argentina el derecho a creer que no hay imposibles.
Un equipo que vive del sufrimiento y la resistencia. Que olfatea la adversidad y afila los colmillos. Un equipo que no parece integrado por un buen puñado de los mejores cracks del firmamento futbolero, sino por tipos comprometidos hasta la médula. Con un carácter impetuoso, rebelados contra la cadena de decepciones que la selección se acostumbró a coleccionar en los últimos 20 años.

Brasil 2014 marcará sus carreras por siempre, al margen de cómo termine la aventura el próximo domingo con la intimidante Alemania, en el Maracaná: ya no son estrellas ni fantásticos, se transformaron en guerreros de una causa que desborda una anabolizante pasión. Son como peleadores callejeros, basta que vean o prueben sangre para arremangarse e ir por más.

La lógica de la paridad empujó la definición a la crepitante vía de los penales. La Argentina le dedicó un asfixiante compromiso al partido, con futbolistas disciplinados en todo momento por respaldar al compañero. Por cubrirlo. Por protegerse entre todos. Faltaron fantasías ofensivas para quebrar el pizarrón en el que se espejaron argentinos y holandeses. Pero la selección jamás soltó las riendas, aunque la descolorida tarde de Higuaín y Lavezzi no representara un abanico ofensivo estimulante. Aunque Palacio y el Kun Agüero tampoco trajeran soluciones desde el banco. Y aunque Leo, sí, también Messi, sólo ofreciera pinceladas intermitentes.

La Argentina se sostuvo en su coraje a prueba de cualquier desánimo. Así como el arco de Chiquito Romero se volvió impenetrable desde los octavos de final, el carácter de la selección también está blindado. A veces hasta un estado de ánimo alcanza para ser campeón, se advirtió hace unos días. Aquel conjunto sin garantías de estilo ni funcionamiento en los primeros partidos del Mundial, de algo está hoy tan seguro como orgulloso: inagotables dosis de tenacidad impulsan a una selección que eligió la inmolación para llegar hasta donde sea.

Mascherano ejerce un natural liderazgo emocional porque es un caudillo que viene de otras épocas, pero esparció semillas de arrojo y perseverancia que alumbraron una fecunda cosecha. Todos le han puesto un precio muy alto a su pellejo.

La Argentina se entregó a martillar con el peso de su alma. Bravía, indómita. Un grupo amotinado contra la fatalidad, por eso en el último minuto del tiempo regular apareció Mascherano para barrer el mano a mano que a Arjen Robben se le había negado en todo el partido y ya paladeaba. La lluvia que regaba el estadio Itaquerao invitaba a la epopeya, al relato legendario. Y el desfiladero tapizado de piezas de ajedrez condujo a los penales que, por antecedentes, obligaban a observarlos con desconfianza. Con el recelo de aquel que se encuentra con un desengaño.

Pero en la cancha estaban los vengadores con su avasallante personalidad. Para desquitarse de heridas de ayer, para desagraviar a otras generaciones. Para espantar los peores pronósticos cuando espiar el pasado cercano recordaba la final perdida con Brasil en la Copa América de Perú 2004. Y la eliminación con los alemanes en Berlín, en los cuartos de final del Mundial 2006. Y la ingrata Copa América de 2011, en casa, cuando Uruguay destrozó aquella esperanza.

Todos esos mazazos habían llegado por penales. Pero el espíritu de los gladiadores tenía el antídoto para que la selección se quedara con cuatro de las cinco definiciones que asumió en los mundiales. Para que la figura de Romero se vistiera de héroe al atajar dos remates y, por un instante, impregnar al estadio con aquella fragancia de Italia 90. Sólo por un instante, porque el nuevo desafío será torcer ese recuerdo, aunque el rival sea el mismo. En realidad, éste es mucho mejor. Atención: los vengadores son inconformistas. Al final, la emoción los atrapa y lloran. El latido de todos juntos construye un equipo feroz.

Brasil: un país en estado de shock tras la debacle – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

El día después

Brasil: un país en estado de shock tras la debacle

La catastrófica derrota frente a Alemania en la semifinal trocó el optimismo natural del anfitrión de la Copa del Mundo en tristeza y desolación; se registraron leves incidentes

Por Alberto Armendariz | LA NACION

RIO DE JANEIRO.- El luto no combina bien ni con el verdeamarelo ni con el espíritu alegre de los brasileños. Ayer, tras el humillante 7-1 que le hizo sufrir Alemania a la selección de Brasil, el país se despertó aturdido, triste, confundido, con una resaca futbolística que llevó a muchos a esconder sus banderas, devaluó el precio de las camisetas canarinhas, y copó los programas televisivos y radiales con psicólogos que aconsejaban cómo lidiar con la depresión.

Hasta la presidenta Dilma Rousseff contó que ni en sus peores sueños imaginó una debacle tan vergonzosa para su país con esta blitzkrieg de goles. «Honestamente, jamás, nunca. Mis pesadillas no son tan terribles ni van tan lejos. Como hincha, por supuesto, estoy profundamente triste, y comparto la pena con el resto de los hinchas. Pero también sé que el país tiene una característica muy importante: enfrenta la adversidad y es capaz de superarla», confesó la mandataria en una entrevista que dio a CNN ayer por la mañana.

Y aunque todo Brasil se esforzaba por juntar los escombros de su dignidad y orgullo, al menos no hubo que lamentar grandes destrozos ni actos de violencia extendidos; los incidentes que hubo durante la madrugada fueron aislados tras la «catástrofe», como la definió el propio técnico de la selección, Luiz Felipe Scolari.

En San Pablo, 15 buses resultaron quemados luego de que un par de atacantes incendió uno de los vehículos estacionados en un garaje al sur de la ciudad, fuera de servicio; el hecho de violencia física más grave fue la herida en la cabeza que recibió un hombre en la zona de bares de Vila Madalena, cuando otro hincha le tiró un botellazo. En Río de Janeiro, más allá de los tumultos y peleas que surgieron a la salida del Fan Fest, bajo la lluvia, con algunos robos y siete personas detenidas, no se registraron escenas de vandalismo.

En Belo Horizonte, escenario del histórico Brasil-Alemania, también hubo enfrentamientos entre grupos de hinchas en el barrio de Savassi, con 12 detenidos. En Recife y Salvador, otras peleas terminaron con tres detenidos en cada ciudad, y en Curitiba fueron apedreados varios colectivos, pero los ataques no dejaron heridos. En definitiva, Brasil reaccionó sin los desmadres que tanto se temían en caso de un abrupto final para el equipo anfitrión.

Las heridas más profundas y que dejarán cicatrices por mucho tiempo eran las emocionales. Por eso, como nunca antes, psicólogos fueron llamados a los programas de TV y radio para explicar cómo salir de esta situación. El diario Folha de São Paulo, incluso, publicó una nota sobre el trauma que este fracaso mundialista puede generar en los niños brasileños y -en una sorpresiva afirmación para este país siempre optimista- los expertos apuntaban que «pasar por la tristeza puede ser bueno» para el desarrollo de la personalidad.

Como si el Mundial ya se hubiera acabado, Copacabana amaneció con caretas de Neymar en el piso, entre charcos de la lluvia que duró casi toda la noche. En silencio, un ejército de basureros trabajaba para limpiar la «orla» por donde una marea de fanáticos brasileños circulaba para alentar a su equipo.

«Me da mucha lástima por los brasileños, están en estado de shock total, como si hubiesen vivido una tragedia nacional. Yo tenía la esperanza de poder ver una final Argentina vs. Brasil en el Maracaná», señaló a La Nacion el francés Baptiste Callez, 34, que junto a su novia, Léa, tenía entradas para la gran final del domingo.

Por las calles del interior del barrio, varias personas habían sacado las banderas brasileñas de sus balcones y ventanas. Lo mismo sucedía en el mercado de Saara, en el centro, hasta anteayer repleto de tiendas que vendían todo tipo de parafernalia verdeamarela. Allí, el comerciante Cauã Lopes, 55, ofrecía camisetas de Brasil a 10 reales cada una; un tercio de su precio el día anterior. «Hay que deshacerse del stock de camisetas cuanto antes. El resto de los productos los puedo guardar hasta los Juegos Olímpicos de 2016, pero las camisetas recién las podré vender durante el próximo Mundial, en cuatro años», explicó Lopes.

Alrededor de la Granja Comary, el centro de entrenamiento de la selección brasileña en Teresópolis, el ambiente también era de desolación. Los jugadores se refugiaron allí, sin mostrarse en todo el día, y las multitudes que se aglomeraban en la entrada para ver a sus cracks no aparecieron por ningún lado. En el camino, en cambio, se veían carteles insultantes, con leyendas como «Vendidos» y «Vergüenza», y otros más cómicos, como el que decía: «Ni la fábrica de Volkswagen logra hacer tantos Gols en tan poco tiempo».

Mientras el país intentaba retomar su rutina con la frustración muy presente, apenas cinco adolescentes aparecieron en la Granja; llegaron entonando «Eu, sou brasileiro Com muito orgullo/com muito amor», y aportaron una cuota de esperanza. «Sí, perdimos, nos duele y estamos tristes, pero es sólo un juego. Acá estamos para expresar nuestra solidaridad con este equipo que nos representó. Somos brasileños y juntos vamos a salir adelante», aseguró Desirée Salles, de 15 años.

TITE ASOMA COMO CANDIDATO PARA SUCEDER A SCOLARI
RÍO DE JANEIRO.- La goleada sufrida en la semifinal contra Alemania dejará, para Brasil, una consecuencia inmediata: la salida del entrenador Luiz Felipe Scolari. Pasado mañana, Felipao dirigirá por última vez al seleccionado local, en el partido por el tercer puesto contra Holanda.

Según la prensa local, el candidato para ser su reemplazante es Tite, que consiguió la Copa Sudamericana 2008 con Inter de Porto Alegre, y la Libertadores y el Mundial de Clubes en 2012 con Corinthians.

Ayer, Scolari defendió su trabajo: «Tenemos un compromiso con la Confederación hasta el final del Mundial, que para nosotros es el partido por el tercer puesto. Recién después hablaremos con la dirección de la CBF. No esperábamos este resultado catastrófico, pero el trabajo no fue del todo malo. Estamos entre los cuatro mejores del mundo».

Dilma y su gobierno, inquietos por el impacto de la catástrofe del Mundial

lanacion.com| El Mundo| Mundial Brasil 2014

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Brasil

Dilma y su gobierno, inquietos por el impacto de la catástrofe del Mundial

Temen que el malhumor de los brasileños por la contundente derrota con Alemania se proyecte sobre el voto en octubre, cuando la presidenta busque su reelección; el golpe económico

Por Alberto Armendariz | LA NACION

DE JANEIRO.- En busca de la reelección el 5 de octubre, la presidenta, Dilma Rousseff, siempre sostuvo que su suerte en las urnas no estaba atada a la performance de la selección brasileña en el Mundial.
Sin embargo, tras la humillante eliminación que sufrió el equipo verdeamarelo frente a Alemania anteayer, el gobierno teme que la profunda decepción que se apoderó del país aumente el ya frustrante clima económico y perjudique sus posibilidades de éxito.

Uno de los primeros visitantes que acudió ayer al Palacio del Planalto fue el presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcão, uno de los principales articuladores de la campaña por la reelección de Rousseff.

Aunque la prensa aseguró que la histórica derrota 7-1 contra Alemania no cambia los planes petistas y que la jefa del Estado sólo entrará de lleno en la contienda a partir del día 20, en los pasillos del palacio presidencial ya se hablaba de un cambio de estrategia para «despegar» a Rousseff de la demolida selección y resaltar sólo los aspectos organizativos del Mundial, que han funcionado muy bien o por lo menos no fueron el desastre que se había anticipado.

«La Copa es la Copa. Ahora es el momento de sufrimiento, pero en agosto se dará vuelta la página. Como gobierno debemos dejar claro que la infraestructura funcionó perfectamente. Las elecciones son otro capítulo», confirmó en sus primeras declaraciones el secretario general de la presidencia, Gilberto Carvalho.

Su postura de separar el fútbol mundialista de la política tiene una base histórica; hasta ahora, nunca hubo una correlación directa. En 1998, pese a la caída de la selección brasileña contra el equipo anfitrión del Mundial de Francia, Fernando Henrique Cardoso fue reelegido en primera vuelta.

En el Mundial de Corea-Japón, sucedió lo contrario: Brasil se alzó con la Copa, pero el candidato oficialista, José Serra, perdió ante Luiz Inacio Lula da Silva. Y si bien en los mundiales de Alemania y de Sudáfrica la selección brasileña fue derrotada, Lula ganó la reelección en los comicios de 2006 y su ahijada política, Rousseff, llegó al poder en 2010.

«Hasta hoy, la asociación entre fútbol y resultado electoral era un mito. Pero hasta hoy nunca había ocurrido un papelón como éste. Vamos a ver a partir de ahora qué efecto puede producir», advirtió, por su parte, el director general de la encuestadora Datafolha, Mauro Paulino.

Según un sondeo de esa empresa revelado la semana pasada, gracias al cambio de humor que generó el Mundial en la sociedad brasileña en las primeras tres semanas, la intención de voto de Rousseff parecía haber mejorado. La presidenta, cuya imagen había sufrido un fuerte desgaste desde las protestas del año pasado en reclamo de mejores servicios públicos y contra los gastos de 11.000 millones de dólares para el Mundial, pasó de tener un respaldo de 34% en junio a un 38% este mes.

Sus contrincantes también se beneficiaron por el ambiente, pero menos: el senador Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña) pasó del 19 al 20%, en tanto que el ex gobernador de Pernambuco Eduard Campos (Partido Socialista Brasileño) subió del 7 al 9%.

«Estas oscilaciones son temporales. Otros elementos son más relevantes para las elecciones que el fútbol, sobre todo la economía. Y si bien existe un consenso de que los resultados económicos no son los que se esperaban, la economía brasileña tampoco se contrajo en estos cuatro años.

Lo que el gobierno debe evitar en estos próximos meses es que haya una goleada económica que empeore la situación», señaló a LA NACION el profesor Mathieu Turgeon, del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Brasilia.

Después de una expansión récord del PBI del 7,5% en 2010, el último año de Lula en el poder, el desempeño económico del Brasil de Rousseff ha sido desalentador: 2,7%, en 2011; 1%, en 2012; 2,3%, en 2013, y para este año se espera un crecimiento de sólo el 1,5 por ciento.

En tanto, la inflación no para de aumentar; es más, anteayer, pocas horas antes de la debacle frente a Alemania, el gobierno confirmó que el índice de precios al consumidor de los últimos 12 meses traspasó el techo de la meta oficial del 6,5% y se ubicó en 6,52%. No obstante, el desempleo sigue siendo bajo, en torno del 5,4 por ciento.

«Durante la campaña, el gobierno hará hincapié en cómo se ha logrado reducir las desigualdades sociales en esta década del PT en el poder y no tanto en los números actuales. Ya con el Mundial finalizado, subrayará la capacidad de Brasil para organizar este gran evento que fue un éxito internacional, más allá de los resultados para la selección brasileña», señaló Turgeon, para quien Rousseff deberá de cualquier modo disputar una segunda vuelta electoral el 26 de octubre.

Hasta que se acabe la Copa, todavía faltan cuatro días, en los que el gobierno buscará evitar a toda costa que haya problemas de seguridad -ya se anunció un refuerzo de efectivos para la final en el estadio Maracaná de Río de Janeiro- y accidentes como el que ocurrió la semana pasada en Belo Horizonte, donde se derrumbó un viaducto en construcción que era parte de las obras previstas y nunca terminadas para el Mundial.

LAS CIFRAS QUE AMENAZAN AL PT
38%
Intención de voto
Con esa cifra, registrada por Datafolha, Dilma ganaría en la primera vuelta pero no evitaría el ballottage
.
1,5%
Crecimiento
Este año, la economía brasileña tendrá su menor expansión en los últimos desde que el PT llegó al poder
.
6,52%
Índice inflacionario
Aunque levemente, el índice de precios al consumidor traspasó el techo del 6,5% que tenía proyectado el gobierno.

El equipo que calca la historia – La Nación

lanacion.com| Deportiva

Jueves 10 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Opinión

El equipo que calca la historia

Por Daniel Arcucci | LA NACION

SAN PABLO.- En este atardecer del 9 de julio de 2014, Chiquito Romero, gigante, camina hacia el arco con la misma confianza con la que el Vasco Goycochea, enorme, caminó aquel anochecer del 3 de julio de 1990. Arde San Pablo ahora como ardía el San Paolo entonces, aunque acá en Brasil hace un frío que cala los huesos, en medio de una lluvia triste, y allá en Nápoles estábamos en plena «estate italiana», con un sofocante calor de verano.

Ya escuchó, Romero, cómo Mascherano le gritó que iba a ser un héroe, así como Goycochea había escuchado de boca de Maradona que iba a atajar dos. La confianza se la ganaron en plena competencia, la misma que les había faltado antes de llegar al Mundial. Ya escuchó el equipo, también, cómo más de medio estadio se le ponía en contra, con brasileños que de pronto se habían transformado en holandeses, acá, así como los napolitanos se habían visto obligados a dividir su pasión, allá, con una bandera que lo explicaba: «Diego, Nápoles te ama, pero Italia es nuestra patria».

Parece empeñado, este seleccionado de Sabella, en recorrer el mismo camino que aquel de Bilardo, casi un cuarto de siglo después. Rompe maleficios, calca la historia. Igual de cerrado en sí mismo ante las críticas, primero. Igual de convencido para elegir un perfil, aunque no sea el más simpático, después.

El día que comprendió que la fórmula de los cuatro fantásticos no funcionaba, eligió el camino de los once guerreros. Y allá va, como aquél. Casi disfrutando el sufrimiento. Haciéndolo parte de su personalidad. Ni cerca ha estado de ser el equipo más vistoso del torneo y ya no lo será, pero así llegó hasta donde llegó. Como aquél.

Romero atajó el primero, a Vlaar, así como Goycochea había atajado el último, a Serena. Fue como si la serie de penales hubiera continuado, de manera mágica, con las imágenes en pausa durante 24 años. La proeza, después de un partido cerrado, táctico hasta la exasperación, vuelve a ubicar al equipo en el deseado séptimo partido y en el escenario soñado. En el estadio Olímpico de Roma debía estar Italia; en el estadio Maracaná de Río debía estar Brasil. Pero uno no estuvo y el otro no estará. Estará la Argentina contra Alemania, otra vez. Como entonces…