El respeto no es ajeno a la rivalidad

A medida que la Copa avanza, la sensación que se tiene acá en Brasil es que si el equipo local y la Argentina siguieran avanzando, las relaciones entre los hinchas argentinos y los torcedores brasilenhos seguirían empeorando.

Una potencial Final entre Brasil y Argentina sería el broche de oro futbolístico del torneo, especialmente desde la óptica sudamericana.
También podría ser un dolor de cabeza para la Fifa y los organizadores, que deberían esmerarse para no correr el riesgo de que se encienda alguna mecha y estalle una bomba que debilitara el espíritu de confraternidad mundialista, y destruya lazos de hermandad.

Está claro y es obvio que brasilenhos y argentinos queremos ganar la Copa del Mundo, pero si fuera frente al clásico rival sudamericano tendría para ellos y nosotros un sabor más atractivo.

Esa situación de victoria frente al «enemigo» probablemente vendría acompanhada de pesadas cargadas, que serían disfrutadas por los más fanáticos y menos empáticos de los ganadores, y que seguramente resultarían intolerables para los fanáticos más agresivos de los perdedores.
Esa coctel explosivo se vería potenciado por el alto consumo de bebidas alcohólicas que seguramente se beberán en la fiesta de la Final en el Maracaná y en las calles brasilenhas.

El hit del momento que cantamos los argentinos dedicado a Brasil, y que nos conmueve y nos hace disfrutar, muestra nuestra hilacha futbolera. No bien terminó el partido con Suiza, a la salida de la Fan Fest de San Pablo hubo un festejo alocado de argentinos durante aproximadamente una hora.
Fue un espectáculo maravilloso y valió la pena participar de él, pero enseguida surgió nuestro gen «gastador». Apenas empezó el festejo, los líderes de la movida derivaron los cánticos hacia el «Brasil, decime que se siente tener en casa a tu papá….» que resulta muy provocador. En esa circunstancia no resultó agresivo, pero no podría asegurarlo si se diera el caso de que Argentina saliera Campeón.

Esperemos que la sangre no llegue al río en el caso de que lleguemos a una Final entre Brasil y Argentina, y se imponga aunque sea un mínimo respeto al equipo y país perdedor, cualquiera sea.

Mis mejores deseos de que se llegue a jugar la Final entre dos potencias sudamericanas, y que sea una fiesta del futbol y un ejemplo de tolerancia y respeto.
Es difícil, pero no imposible de que se pueda lograr. Se necesita la buena actitud hacia el público rival, y el deseo de no fogonear potenciales peleas.

Más allá del futbol somos países hermanos, vecinos y socios estratégicos, y hermanos en la fe cristiana. Muchos brasilenhos viven en nuestro país y viceversa.

En mi caso personal, tengo familiares directos muy cercanos viviendo hace muchísimos anhos en Brasil. Ojalá que no sufran las consecuencias de un potencial y latente conflicto que se palpa a esta altura del campeonato, con los dos equipos instalados en los Cuartos de Final.

Yo mientras pueda haré campanha por la confraternidad y la buena onda con los habitantes de un país maravilloso. Por eso ando siempre dando vueltas con mis camisetas de disenho «exclusivo», con los colores de los dos países, Brasil y Argentina.

Me gustaría que hinchas y torcedores tuvieran una actitud respetuosa y pudieran medir su nivel de agresión en los cánticos y en los comportamientos antes, durante y después de una potencial Final.

Viva el Futbol !!!! Viva la Paz entre las hinchadas !!!!

2 comentarios en “El respeto no es ajeno a la rivalidad

  1. Javier Serrano Autor

    No, mandé a hacer dos camisetas mix que las tuve lista la manhana de mi viaje, a partir de una brasilenha y una argentina que se la compré ( casi fue un regalo ) de Marcelo.

    Responder

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